El Poder Ejecutivo envió ayer por escrito al rector de la Universidad de la República (Udelar), Roberto Markarian, la respuesta sobre la propuesta de financiamiento de las obras del Hospital de Clínicas y, tal como había adelantado el asesor del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) Martín Vallcorba a la diaria, fue negativa. La nota, de dos carillas y media, está firmada por el titular del MEF, Danilo Astori, y el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, y señala que no es una opción financiar las obras del hospital universitario “a través de recursos presupuestales ni con mecanismos que tengan impacto en el corto plazo”. La carta señala que, en cambio, la alternativa de firmar un contrato de participación público- privada (PPP) “transfiere el riesgo al privado” y el impacto “se distribuye en todo el período del contrato”. Markarian dio a conocer la respuesta del gobierno ayer, durante una mesa redonda sobre la refuncionalización del Hospital de Clínicas organizada por la Asociación de Docentes de la Udelar en la sala Maggiolo de la Udelar.

Sobre la propuesta de la Udelar, la carta de los ministros asegura que financieramente “excede las posibilidades fiscales de la administración”. Astori y Basso también responden negativamente al planteo de financiar la obra mediante la exoneración (parcial y por un período de diez o 15 años) de los aportes patronales que paga la Udelar, pago del que están exoneradas las instituciones educativas privadas. Afirman que esta exoneración “podría aplicarse a otras instituciones públicas de salud o educación” que funcionan bajo el mismo régimen, por ejemplo la Administración de los Servicios de Salud del Estado, lo que a la vez “cuestiona las bases del sistema de seguridad social”.

Los ministros aclaran que el mecanismo de PPP “es simplemente un instrumento de financiamiento”, y que los servicios que brinde el privado “no pueden ser aspectos asistenciales ni académicos”, y reivindican que adoptar ese camino no significa “un proceso de privatización”.

Después de detallar algunos contenidos de la respuesta, Markarian opinó que la universidad “no ve bien” el camino de un contrato de PPP para la reforma del hospital y, aunque reconoció que “hay opiniones en contra muy grandes”, la institución “no rechazó la fórmula”. En una sesión del Consejo Directivo Central de diciembre se resolvió afirmar que ese camino no reúne “consensos” en la institución.

En aquella sesión Markarian no quiso rechazar el mecanismo de PPP sin estudiarlo detenidamente, y ayer reiteró el concepto, aunque aseguró que no se ve “como rector de una universidad en la que le entregamos la dirección del Hospital de Clínicas a un privado. No me veo entregando la dirección a alguien distinto a la Facultad de Medicina. Eso no puede pasar por la cabeza de nadie”. Dijo que comenzó a estudiar la ley que regula las PPP y que encontró algunas cosas que lo dejaron preocupado, por ejemplo, que “contrariamente a lo que dicen el gobierno, de que la financiación no va a ser incluida en la institución que la pide, en la ley dice que sí”. Ese aspecto requeriría, dijo, “un cuidado extremo y el compromiso por parte del gobierno”.

De todas formas, el rector reafirmó que la universidad tiene que “resolver una fórmula en julio, a más tardar a principios de agosto”, y dijo que confía “en las palabras del presidente y en que la decisión de promover la obra es sincera. También en que la quieren hacer a su manera, de eso no cabe ninguna duda”. “Uno querría que nos dijeran que sí”, dijo frente a la negativa a la propuesta de financiamiento, pero afirmó que “tenemos que seguir con el mismo entusiasmo”. Pidió “no estar atados” a la propuesta universitaria, sino seguir trabajando en ella, pero a la vez “avanzar rápido” y ser “una administración responsable”, recordando que a escala uruguaya la reforma del Clínicas “es una obra mayor”. “Pretender que Uruguay dedique 120 millones de dólares queriendo esto es estar fuera de escala”, afirmó.

Antes de Markarian, la directora del hospital, Raquel Ballesté, presentó el objetivo de la propuesta arquitectónica de refuncionalización del hospital, y el integrante del Instituto Cuesta Duarte Daniel Olesker, las alternativas de financiamiento de las obras. El decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, habló sobre las alternativas de financiamiento de la reforma y opinó que no debe ser la universidad “la que cierre ninguna puerta”. “Si la alternativa que está surgiendo es la PPP no es una opción de la universidad sino que es la única que nos están dejando, y no queremos que naufrague este proyecto, como tantos otros”. Consideró que es necesario “buscar garantías para el proyecto generado desde la lógica de la autonomía universitaria, más allá de la forma de financiación”, y que “no tenga adicionales, para hacerlo más atractivo para la inversión privada”. En tanto, Martín Rebella, docente del Clínicas y adscripto a Basso, opinó que el financiamiento “no puede condicionar al proyecto”, y respecto de la opción por la PPP dijo que “si no vulnera aspectos importantes del proyecto, no puede trancar la reforma del hospital”. Olesker, en cambio, reiteró que no cree en las PPP para políticas sociales. Dijo que con sólo los servicios que actualmente tienen tercerizados los hospitales (la limpieza, la seguridad y la comida) “no alcanza; no presenta un estímulo” para un privado, por lo que, a su entender, “para hacerlo viable se supedita el proyecto asistencial”.