El Partido Obrero (PO) de Argentina y el Partido de los Trabajadores (PT) de Uruguay, ambos integrantes de la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, organizaron una conferencia en Montevideo para reflexionar sobre la situación política, social y económica de América Latina. Nicolás Marrero (PT) dijo a la diaria que la intención fue proponer un intercambio ante “una crisis económica que golpea fuertemente” al continente y frente a la necesidad de “comenzar a debatir entre los trabajadores y la izquierda cómo abrimos una salida alternativa, de izquierda, socialista, en el conjunto de los países”.
Se invitó a referentes de partidos, organizaciones sociales y sindicatos de Brasil, Argentina, Venezuela, Chile, Bolivia y Paraguay, que compartieron miradas sobre la coyuntura de sus países, así como análisis sobre la región y sobre los desafíos que hay por delante. Néstor Pitrola, del PO y diputado por el Frente de Izquierda de los Trabajadores, sostuvo que Latinoamérica tiene problemas comunes como hace mucho tiempo no tenía, dada la crisis capitalista, que está implicando una “ofensiva contra las conquistas sociales y las condiciones de vida de las amplias mayorías: recesión económica, despidos, ajustes, caídas de salario, eliminación de sistemas jubilatorios y eliminación de conquistas sociales de todo tipo”. La encrucijada
En la mesa denominada “América Latina en la encrucijada”, dos panelistas abordaron la situación uruguaya. Gustavo López, de Unidad Popular, planteó que el continente atraviesa un cruce de caminos y que es necesario elegir por dónde continuar, entre dos opciones que son, a su entender, la de una “clase dominante que construya en relación con el capital” y la de una construcción “genuinamente socialista”.
El ex diputado comunista Óscar Andrade, dirigente del SUNCA, expresó que la crisis capitalista es global y tiene que ver con la disputa política hegemónica, encarnada fundamentalmente por el crecimiento de China y la desestabilización del monopolio de poder estadounidense. En este panorama, continuó Andrade, América Latina es una zona estratégica de recursos, ya que posee un tercio del agua dulce, la mitad de la biodiversidad y 20% de las reservas probadas de petróleo del mundo. Planteó que se presentan dos grandes desafíos para el continente: por un lado, la necesidad de una integración profunda de la economía de los países; por otro, la urgencia de derrotar al neoliberalismo no sólo en las urnas, sino también en el terreno ideológico. Y agregó: “Hay que reflexionar sobre la perspectiva de cambio a partir de los niveles de organización de quienes hacen el día a día”.
Diferencias
Luego de las exposiciones, se abrió el micrófono para que los presentes hicieran preguntas. Uno de ellos le preguntó a Andrade cómo podía participar en una conferencia con el objetivo de construir alternativas desde la lucha y, al mismo tiempo, integrar el partido de gobierno. El dirigente respondió que no había profundizado acerca de la situación uruguaya porque se trataba de un espacio de reflexión sobre América Latina, pero que, a su criterio, hubo componentes de continuidad y de cambio durante los años de gobierno del Frente Amplio. Entre los ejemplos mencionó que en Uruguay hay negociación colectiva y que “es el país en el que más se multiplicó la sindicalización y donde más creció el salario real en la ultima década”, pero también, dijo, se cometieron errores, como el de Fripur, donde “faltó lucha” y no hubo “capacidad de respuesta organizada”. Los avances y retrocesos, explicó, se dan según las correlaciones de fuerza. Luego insistió en la importancia del debate, tanto en América Latina como en Uruguay: “Tenemos divergencias tácticas. Hay algunos que piensan que la alternativa es por fuera del FA, hay otros que dicen que es por dentro. En mi opinión, tiene que ser por dentro”, aseguró. La declaración final del encuentro concluye que “la tentativa ‘restauradora’ de la derecha, abre una etapa de mayor potencial revolucionario. No inaugura una etapa de repliegue de la lucha de clases, sino de acentuación de esa lucha. Parte de la ruptura del equilibrio político precedente e inicia un período de desequilibrios políticos mayores”. Se habla además de impulsar una campaña continental para divulgar las conclusiones y promover “la lucha por los Estados Unidos Socialistas de América Latina, incluido Puerto Rico”.