El presidente electo del Frente Amplio (FA), Javier Miranda, había reunido en un nombre las dos características que buscaba para la secretaría política de la coalición de izquierda: que fuera una persona de su confianza personal y con capacidad de articulación política. Había logrado también que todos los sectores del FA manifestaran su conformidad para designar a Marcos Carámbula en ese cargo. Pero el viernes de tarde, en una reunión que mantuvo con el referente del espacio 1001, Carámbula le explicó que no podía aceptar el ofrecimiento.
“Si estuviera a plenitud desde el punto de vista de mi salud, no tendría dudas en aceptar. Javier es un amigo, lo quiero mucho y lo quiero ayudar. Pero no estoy en las mejores condiciones para asumir la tarea, que lleva las 24 horas y es por tres o cuatro años”, explicó Carámbula a la diaria. Los problemas de salud también lo obligarán a dejar su cargo de senador antes de que termine la legislatura, agregó.
El viernes, Carámbula hizo pública una carta dirigida a los militantes del FA en la que explica las razones de su decisión. “He valorado altamente con alegría, compromiso y esperanza la propuesta de nuestro futuro presidente, entrañable amigo, el compañero Javier Miranda, para que lo acompañe en la secretaría política de nuestro Frente Amplio. Lamentablemente, con profunda pena he debido declinar tal responsabilidad por razones estrictamente personales, que condicionan mi aceptación y mi tarea a futuro en la gestión pública”, escribió Carámbula. Los términos un tanto ambiguos de la carta desataron una serie de especulaciones el fin de semana sobre los verdaderos motivos de su rechazo, como que se debió a la molestia de la 1001 -y, en particular, del Partido Comunista del Uruguay (PCU)- por no haber sido consultados, o que la negativa tuvo que ver con que el desempeño de un cargo en la secretaría política del FA lo inhibía de desarrollar actividad sectorial.
Carámbula rechazó estas especulaciones y reiteró que la negativa se debe a su estado de salud. “Nunca le dije que no a alguna responsabilidad en el FA, porque soy un frenteamplista antes que nada. El Partido Comunista me dejó en total libertad, y la razón es totalmente personal”, afirmó.
Hasta el momento, Miranda no tiene otro nombre para ocupar el cargo. El futuro presidente del FA, que asume su cargo el 3 de setiembre, participará mañana en una actividad de las redes frenteamplistas denominada “desachanche ideológico”, que busca programar actividades de discusión ideológica.
Por otra parte, dirigentes del FA confirmaron a la diaria que Miranda ya tiene resuelto que tres de las cuatro vicepresidencias las ocuparán mujeres de los sectores más votados en la interna: el Movimiento de Participación Popular (MPP), el Partido Socialista (PS) y Asamblea Uruguay (AU). El PCU, que fue el segundo sector más votado, iba a estar representado en la secretaría política, pero la negativa de Carámbula deja el interrogante respecto de si el cargo será ofrecido al mismo sector o si Miranda utilizará otro criterio. Las futuras vicepresidentas del FA serán Estefanía Schiavone, quien fue militante de los jóvenes de AU y fue electa diputada suplente de Alfredo Asti; Sandra Lazo, presidenta del FA de Rocha, diputada suplente de Aníbal Pereyra por el MPP en la pasada legislatura, periodista y cantante; y Hyara Rodríguez (PS), directora general de secretaría del Ministerio de Turismo. Miranda quiere que la cuarta vicepresidencia sea la encargada de los vínculos con el interior del país, y aún no tiene definido un nombre.