Finalmente Uruguay fue el único país del Mercosur que reconoció la asunción de la presidencia de Venezuela al frente del bloque regional. Una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que allí existe la convicción de que “lo político no debe primar sobre lo jurídico, o en todo caso, lo jurídico no debe primar sobre lo político, o algo por el estilo. La verdad es que a esta altura nadie se acuerda bien cómo era la cosa ni qué estaba bien y qué estaba mal”. Según la fuente, la causa de este desconcierto sería que en esta ecuación “hay cuatro elementos: lo político, lo jurídico, los gobiernos progresistas y los gobiernos de derecha. Cuando uno intenta plantear una postura que involucre a más de un factor se arma un lío tremendo”. De todas maneras, el canciller Rodolfo Nin Novoa cree que la única alternativa que se apega a las normas es que Venezuela asuma la presidencia del Mercosur. “No reconocer la presidencia de Venezuela del Mercosur sería un escándalo sólo comparable al ingreso de Venezuela. No puede ser que las reglas se hagan y se deshagan en base a afinidades políticas si no hay petróleo de por medio”, aseguró. El país caribeño logró ingresar al bloque regional gracias a que Paraguay, cuyo Senado se había opuesto durante años a dar su visto bueno, fue suspendido tras la destitución de Fernando Lugo como presidente. “Que los paraguayos quieran joder a los venezolanos es perfectamente comprensible, porque primero los jodieron a ellos. Eso forma parte del normal funcionamiento del Mercosur. Pero lo de Argentina y Brasil no tiene justificación”, aseguró la fuente consultada. Sin embargo, en la cancillería reconocen que la presidencia de Venezuela podría generar “inconvenientes”. “El Mercosur tiene algunos problemas de funcionamiento, la verdad es que siempre los tuvo. Pero por lo menos no había cortes de electricidad y el papel higiénico nunca escaseaba. Es importante respetar las normas, pero también es importante tener una manera digna de limpiarse el culo”, explicó un integrante del Parlasur.