Una delegación representante de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) se reunió el martes y el miércoles con el directorio del Banco de Seguros del Estado (BSE) y del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) para discutir acerca de la extensión horaria que estas instituciones pretenden incorporar en el convenio colectivo de la banca oficial, en negociación desde enero.

El martes la reunión fue en el BSE, donde se explicó al sindicato que se interpuso la posibilidad de extender el horario de trabajo para “poder implementar un sistema informático de complejidad sin tener que sacrificar tiempo de las tareas diarias”, contó a la diaria Álvaro Pévere, integrante del Consejo de Banca Oficial de AEBU. El directorio sostuvo que se busca disminuir los costos administrativos sin “dejar las tareas diarias delegadas”, y que para esto se requerirá “no más de 10% de los trabajadores”, unas 200 personas en este caso. Consultado por el tiempo que llevaría la implementación del sistema, Pévere sostuvo que “en la informática nunca se sabe”, y a modo de ejemplo mencionó que la última vez que se hizo algo similar, su implementación llevó 12 años.

Tal como en la reunión del BSE, en la del BHU intervino además un integrante de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. En el caso del BHU, se pretende que la medida afecte a unos 50 de los 400 trabajadores. “El planteo es entendible. El tema es de qué manera podemos arreglarlo para no resignar una de nuestras grandes conquistas”, afirmó Pévere, y agregó que “lo positivo es que se trata de una situación mucho más encapsulada de la que preveíamos”.

La última asamblea general de empleados de la banca oficial y la Agencia Nacional de Vivienda, celebrada el 7 de mayo, rechazó el preacuerdo firmado con el gobierno para renovar el convenio colectivo, entre otros motivos, aunque fundamentalmente, porque habilitaba la extensión de la jornada laboral de seis y media a ocho horas.

Estaba pactado para ayer un encuentro en la Dirección Nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pero el Ejecutivo la suspendió “sin dar explicaciones”. “Es una pena, porque con la información que veníamos procesando de las reuniones de esta semana, podríamos haber avanzado de cara al ultimátum del 31”, sostuvo el consejero. El Ejecutivo planteó al sindicato que hasta entonces estaría dispuesto a negociar; después, las opciones serían optar por el convenio que se firmó en diciembre de 2015, que no incluye mejoras, o por el preacuerdo de abril, rechazado por la asamblea de mayo.