El ex subsecretario y ahora titular del Ministerio de Defensa Nacional (MDN), Jorge Menéndez, tomó posesión de su nuevo cargo “con tremenda emoción” y “responsabilidad” el viernes, en una ceremonia en la que recordó a sus predecesores, con los que trabajó durante siete años, y especialmente a Eleuterio Fernández Huidobro, recientemente fallecido. “Dios lo tenga en la gloria, para mi forma de pensar”, dijo Menéndez. El jerarca dijo que “no se crea un nuevo ministerio”, sino que “continúa el que está en marcha” desde 2005, y que seguirá “una serie de políticas trazadas” desde que el Frente Amplio llegó al gobierno y “otras que venían de antes”. “Yo soy de los que creen que en esta área sensible de las políticas públicas, de nuestro Estado, deben darse los más amplios acuerdos”, opinó.
Menéndez sostuvo que la defensa es una acción “de militares y también de civiles”, para la cual “los amplios acuerdos son esenciales”. Anunció que trabajará en tres líneas que marcarán su acción y la del nuevo subsecretario designado, Daniel Montiel: proseguir “con el aggiornamiento de las formalidades legales que hacen a la vida institucional de la defensa nacional”; profundizar “la inserción social” de las Fuerzas Armadas “en la sociedad que les da origen y acompaña en su diario vivir”, lo que implica la “necesaria capacitación, entrenamiento y dotación de recursos, desde el punto de vista logístico, para el personal de este ministerio”; y “pensar en un Uruguay, desde el punto de vista de la defensa, aggiornado a los tiempos que vivimos, con cambios cuantitativos y cualitativos, con profesionalización, utilización mejor de los recursos y aprovechamiento de la eficiencia en conjunto”.
Menéndez también se refirió al accidente del avión Cessna A37 de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) que se estrelló ese mismo día en Durazno y en el que fallecieron los dos pilotos. Según los primeros datos de la investigación sobre el hecho, el avión se precipitó en picada desde una altura de 3.000 metros, caída que duró sólo 30 segundos. La FAU determinó que todos los aviones del mismo modelo permanezcan sin volar hasta que estén los resultados de la investigación.