En una carta dirigida al comandante en jefe de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU), brigadier general Alberto Zanelli, el presidente Tabaré Vázquez presentó sus “más sentidas condolencias” a él y -por su intermedio- “a todo el personal” de esa fuerza, “y especialmente a los familiares de los oficiales fallecidos en el accidente aéreo” ocurrido el martes en el Aeropuerto de Carrasco. Ese día, cerca de las 16.00, un helicóptero militar perteneciente al Escuadrón Aéreo Nº 5 de la Brigada Aérea I, que se encontraba realizando un vuelo de entrenamiento, se precipitó y se estrelló contra la superficie. Un comunicado de la FAU establece que el hecho “produjo que se activara el plan del Centro de Operaciones de Emergencia del Aeropuerto Internacional Gral. Cesáreo L. Berisso” (aeropuerto militar de Carrasco) “para una aeronave siniestrada” y la tripulación fue rescatada y “evacuada vía aérea de forma urgente debido a las múltiples lesiones; siendo derivados ambos pilotos al Hospital Policial” en estado grave. Pocas horas después, la FAU informaba que “como consecuencia de las heridas sufridas por parte de la tripulación del helicóptero UH-1H (FAU 055)” los dos pilotos fallecieron “en las instalaciones del Hospital Policial”. La tripulación de la aeronave estaba compuesta por los oficiales aviadores Fernando de Rebolledo, de 33 años, y Gonzalo Correa, de 24. Ayer de mañana, Zanelli informó en conferencia de prensa que “como es de orden ya está trabajando la comisión investigadora de accidentes de aviación que va a proceder a investigar los factores operacionales, material, el estado del helicóptero, todos sus componentes, el factor humano, cómo se encontraba la tripulación para realizar la misión que le fue indicada y el factor medioambiente, que nuevamente en este caso era un día de viento calmo, era muy apropiado para este tipo de lecciones que estaban realizando. Viento prácticamente inexistente. No pensamos a priori que haya tenido incidencia en el accidente”. “En 48 horas se espera el informe preliminar del accidente, que se trata de un relatorio de la secuencia de eventos, desde que se dispone la misión hasta que el helicóptero se accidenta, y en un plazo de 30 días tienen que entregar la investigación; tienen la posibilidad de pedir una extensión de 20 días más. En el peor de los casos, en 50 días tendríamos ya la investigación completa”, agregó el comandante. Zanelli dijo que el helicóptero “arribó al país en 1998 procedente de los Estados Unidos” y que la aeronave “fue reacondicionada”, quedando “en estado casi nuevo”. “Fue fabricada en 1967 y previo a su vuelo se había finalizado la inspección de mantenimiento de 25 horas, que en el caso del helicóptero indica que acababa de ser inspeccionado y que estaba en condiciones de operar”, informó luego. Ante la pregunta de si no se piensa detener las maniobras de entrenamiento hasta nuevo aviso, el brigadier general respondió: “Negativo”; “si las aeronaves no estuvieran en condiciones, los aviones no serían indicados a cumplir una misión”. “Estamos pasando por un momento muy particular, no es la primera vez que esto sucede” y la FAU “va a salir adelante. No descartamos ninguna hipótesis y si es necesario hacer cambios, corregir cosas y rever políticas, el comando está más que dispuesto”, concluyó Zanelli. Según el sitio de la FAU, el Escuadrón Nº 5 tenía antes del accidente seis helicópteros Bell UH-1H “Iroquois” (conocidos como “Hueys”), de fabricación estadounidense, en servicio. Estas aeronaves comenzaron a llegar a Uruguay en 1971.

Zanelli habló del “momento muy particular” en referencia a que el viernes pasado, se había accidentado otra aeronave de la FAU, en este caso un avión de combate Cessna A-37 B perteneciente a la Brigada Aérea II (Santa Bernardina), ubicada en Durazno, que se precipitó en picada en la localidad de ese departamento denominada Ombúes de Oribe, se estrelló e incendió, causando el fallecimiento de sus dos tripulantes. Este siniestro también se está investigando.

El lunes Zanelli y los comandantes en jefe de la Armada Nacional y del Ejército informaron en la comisión de Defensa Nacional del Senado sobre el estado material y de recursos de las tres fuerzas. El senador blanco Javier García dijo ese día a la diaria que después de la comparecencia “quedó clara la situación absolutamente crítica” de la Armada y de la FAU, y que estas fuerzas “están cumpliendo una función testimonial”. Los blancos de la comisión pidieron a Menéndez “una auditoría técnica urgente” al MDN para conocer el estado del material bélico y la infraestructura de las Fuerzas Armadas.