“Esta mesa va a demostrar hasta qué punto se puede encontrar puntos de encuentro transversales”, dijo el senador Pablo Mieres al inicio del encuentro “Educación: la reforma impostergable”, que organizaron en conjunto Espacio Abierto -el sector colorado encabezado por el diputado Tabaré Viera- y el Partido Independiente, en el marco de un ciclo de charlas de la Agenda Socialdemócrata. A pesar de las predicciones de Mieres y de que Viera sostuvo en la presentación que “los diagnósticos los tenemos”, las oratorias de los expositores no sólo reflejaron coincidencias, sino también posturas diferentes en algunos puntos, como la repetición o la crisis en la enseñanza secundaria.

Juan Pedro Mir (Frente Amplio), ex director nacional de Educación, se metió con el nombre de la actividad y dijo que él prefiere no hablar de “reforma”: “No creo en la frase ‘reforma educativa’. Las experiencias en América Latina fueron poco auspiciosas. Más que reforma, el país debe pensar una estrategia a largo plazo sobre el lugar de la educación que el sistema demanda”. En cambio, el ex dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida Richard Read, aunque aclaró que no es un experto en el tema, dijo que se necesita una reforma educativa, pero advirtió que esta “no puede quedar solamente en manos de técnicos: debe participar la gente”.

Una de las exposiciones más críticas de la realidad actual fue la del ex subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura Fernando Filgueira, quien señaló que mientras que la repetición en primero de liceo asciende a 32%, en sexto de escuela es de 2% o 3%. “Alguien puede decir: ‘Lo que pasa es que los dejan pasar en primaria rápido, y se usa el pase social’. Es un error, y es un error seguir considerando que la repetición es un instrumento pedagógico. Si no sirve como instrumento pedagógico, cambiémoslo. Lo que sí quiere decir que un chiquilín en sexto repite en promedio 2% y en primero 32%, es que a este chiquilín le cambiamos las reglas del juego”, sostuvo. Según dijo, la repetición “constituye una rémora de un modelo anclado en la idea del año lectivo, sin tener en cuenta todo lo que avanzamos y entendimos, gracias a la neurociencia, del proceso evolutivo de aprendizaje de los chiquilines”. “Y en secundaria es peor: un filtro, un sistema de vallas para ver quiénes llegan a la universidad”, agregó.

También sostuvo que el país se encuentra en la “mitad de la tabla regional” en “cobertura y retención”; en “aprendizaje” se mantiene en una posición de “liderazgo” en la región, sin lograr un “avance sustantivo” respecto de otros países; en tasas de egreso, Uruguay sólo está por encima de Honduras, Guatemala y Nicaragua. “Perdemos una cantidad de chiquilines antes de que egresen. Casi ningún país de nuestro nivel de desarrollo logra esto. El sistema educativo no sólo no retiene, sino que expulsa”, afirmó.

Luego Guillermo Fossati (Partido Nacional) mostró otra perspectiva. Dijo que los sistemas educativos están hechos para que los alumnos aprendan, y que existe una tendencia excesiva a preocuparse por las tasas de egreso, aunque no hay que subestimarla. También aseguró que se suele repetir que los problemas están en la enseñanza media pública y, aunque sostuvo que esto es evidente, llamó a no hacerse trampas al solitario: “Primaria se impone erradicar la repetición en los grados uno, cuatro y cinco, y yo estoy de acuerdo, pero no se puede eliminar por decreto, se tienen que instalar las cosas necesarias para que la hagan innecesaria”. Seguidamente subrayó: “Uruguay enfrenta desafíos importantes vinculados a las condiciones de egreso de la educación primaria. Hay ciertas precondiciones necesarias para poder rendir en las etapas siguientes”.

Luego, Javier Lasida (Partido Independiente) sostuvo que si bien los niveles más altos de abandono se producen en secundaria, “esa bomba tiene todos los ingredientes en la educación primaria”. Mir opinó, en tanto, que “los problemas de secundaria empiezan en el jardín de infantes”.

No faltaron las críticas más generales a la actual situación de la educación. Filgueira dijo que no existe un sistema educativo, sino “ciclos autocontenidos que no dialogan entre ellos”. Además de estos problemas de “transformación de paradigma”, identificó otros “de gestión”, como el sistema de elección de horas docentes. Ambos problemas se obstaculizan entre sí, explicó. También llamó a cambiar el modelo institucional del gobierno de la educación, que “tiende a lo endógeno”, y dijo que para que exista un acuerdo interpartidario “los partidos deben renunciar a que la educación sea un problema de botín electoral”.

Lasida señaló, por su parte, que Uruguay tiene “la mejor distribución del ingreso”, pero la “peor distribución del aprendizaje” del continente. Luego, Mir destacó que “una de las mejores cosas que tuvo la educación es el Plan Ceibal”, cuyas posibilidades son “infinitas, y están infinitamente infrautilizadas”.

Cerró el evento Read, con otra clase de diagnósticos: “Cuando uno trilla la calle o trabaja en un lugar donde hay mucha gente, no se precisan las cifras: estamos muy mal”. Se preguntó: “¿Qué se está haciendo para que los gurises vayan y no se embolen?”. El sindicalista advirtió que los valores “se han perdido a pasos agigantados” y dijo que hay una generación en el país que “la perdimos”. También participó, por medio de Skype, Renato Opertti, del Partido Colorado.