Desde la llegada a Montevideo del sirio Jihad Ahmad Diyab han pasado 20 meses y sobre él se ha escrito mucho, sobre todo a partir de su salida a Venezuela, que se concretó hace un mes por la frontera con Brasil. Sin embargo, el ex preso de Guantánamo sigue sin reencontrarse con sus familiares que están en Turquía, su principal intención y uno de los compromisos que asumió el gobierno de Uruguay cuando negoció su llegada al país. A pesar de que su intención era otra, Diyab llegaría hoy a Montevideo en un avión de la petrolera venezolana PDVSA, según informó ayer Sputnik. “Lo primero será hacerle un chequeo médico para ver cómo está de salud, y después irá para su casa. Por lo que sabemos, está en buenas condiciones de salud, pero no sabemos si sigue o no haciendo huelga de hambre. Ha estado muy expuesto mediáticamente, por eso queremos manejar todo su regreso con mucha reserva”, dijo a la diaria Christian Mirza, el interlocutor del gobierno con los refugiados de Guantánamo.