El eje del discurso que la senadora del Movimiento de Participación Popular (MPP) Lucía Topolansky dio ayer en el comité de base del Frente Amplio (FA) Venceremos, en Marcelino Sosa y Domingo Aramburú, fue el orgullo que sentía por ser uruguaya, en sintonía con la conmemoración de la Declaratoria de la Independencia. No obstante, confesó que le gustaba más la palabra “oriental” que “uruguayo”, por su identificación con el artiguismo. Cerca de 20 personas la escucharon en el marco de la celebración del Día del Comité de Base del FA.

El primer motivo de orgullo señalado por Topolansky es el hecho de que Uruguay es un país “politizado”. Una muestra de esa politización es el hecho de que el Partido Colorado y el Partido Nacional sean de los partidos “más viejos del mundo”, indicó. “Y el Frente Amplio también es un partido tradicional en el mejor sentido de la palabra”, manifestó.

Topolansky comparó a Uruguay con Brasil, donde “los partidos cambian todo el tiempo” y los dirigentes, a su vez, cambian de partido habitualmente, algo que en Uruguay sería “escandaloso”. Recordó la “vergüenza universal” que a su juicio fue la sesión de la Cámara de Diputados de Brasil que resolvió suspender a la ex presidenta Dilma Rousseff, donde “uno votaba por el perrito y otro por la honestidad de su mujer”. “Dio una imagen terrible; en Uruguay no es posible que suceda esto”, consideró. También puso el ejemplo de cuando llevaron a declarar a la fuerza al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando él nunca se había resistido a una citación, pero al hacerlo de ese modo “vendían más O Globo y Veja, y todo ese periodismo bastante chatarra que hay allá”. “Ojalá en Uruguay nunca pasen esas cosas que pasaron en Brasil. Acá ningún partido toleraría determinadas cosas que se han tolerado en Brasil”, evaluó.

En ese sentido, la senadora expresó que le preocupa cuando en política “aparecen los outsiders”, porque “no sabés qué sustento de pensamiento tienen”. “Pueden rodearse de mucho glamour, y la vidriera es brava en una sociedad de consumo. No podemos consumir política como consumimos dentríficos”, cuestionó.

También se mostró preocupada por la influencia de la iglesia evangélica en la política. Recordó que en esta legislatura “intentaron hacer una bancada evangélica” y que el actual presidente de la Cámara de Representantes, el nacionalista Gerardo Amarilla, puso a Dios por delante de la ley en su juramento. “Tenemos que estar muy atentos a estos fenómenos, porque además se mueve mucha plata allí”, afirmó. En referencia al templo de la iglesia evangélica que se construyó en 18 de Julio, comentó: “A todos nos llamó la atención ese brutal edificio”, pero dijo que no sabe de dónde proviene el dinero. Agregó que “los peores fundamentalismos en política están ligados a las religiones”.

En cambio, Topolansky elogió al papa Francisco. Dijo que es “un papa extraordinario” y “un tipo macanudo que está comprendiendo los verdaderos dramas de la gente”.

Temas para una reforma

Topolansky dijo que le parece “muy acertada” la idea del presidente electo del FA, Javier Miranda, de “llevar la discusión de la reforma constitucional a toda la sociedad, para ver si realmente es una necesidad del pueblo uruguayo” y qué contenidos debería incluir. A título personal, consideró que en una eventual reforma deberían incorporarse contenidos vinculados al medioambiente, a la salud como derecho, a la descentralización y a la reforma del sistema judicial. Sobre este último punto, se mostró favorable a la existencia de tribunales constitucionales que lauden sobre los recursos de inconstitucionalidad de las leyes, así como de tribunales especializados en materias.Consideró que la discusión sobre la reforma constitucional es importante y debe impulsarla el FA, y que no distrae al gobierno de su gestión. Dijo que las cosas se “tergiversan” para que los partidarios de una reforma queden “un tanto ridículos y estrafalarios”. Consultada por uno de los asistentes sobre el rol de las Fuerzas Armadas, Topolansky se mostró partidaria de que sigan existiendo, pero apuntó que “tenemos que seguir transformándolas”. En la hipótesis de una eventual disolución de las Fuerzas Armadas, señaló que hay que evaluar quién se hará cargo del espacio aéreo, marítimo y de los radares de frontera. También habló de Uber. “Le estropea el trabajo a una cantidad de gente, con total desparpajo. ¿Qué es esto, un país bananero?”, cuestionó.

Purificación

Topolanksy informó ayer que el dinero que cobrará el ex presidente José Mujica por realizar dos columnas mensuales para la cadena alemana Deutsche Welle será de 250 euros por columna, y lo destinará para la fundación Purificación, creada por ambos para canalizar dinero a la escuela agraria que se instaló frente a su chacra.