Desde 2014 existe un grupo interinstitucional conformado por los departamentos de Educación y Salud y de Mujeres Afrodescendientes del Instituto Nacional de las Mujeres (Imujeres) del Mides, las direcciones de Derechos Humanos y de Planificación Educativa del Codicen y la Red de Género, que trabaja para la inclusión de la dimensión étnica-racial en la educación. Su primer proyecto fue la elaboración de la guía.
La responsable del Departamento de Mujeres Afrodescendientes, Karina Moreira, presentó la herramienta pedagógica como “un aporte para desestructurar [por visibilización] el racismo y desideologizarnos de las cosas que, como uruguayos, nos restan socialmente”. Moreira sostuvo que el tema “no se puede abordar de cualquier manera”, porque se corre el riesgo de reproducir la discriminación en vez de eliminarla.
También resaltó la necesidad de afrontar la “identificación” de la situación. “En tanto no nombramos el problema, hacemos como que no existe. El tema es que hay muchos niños que en el estudio de la historia y demás asignaturas no se ven representados”, manifestó, y explicó que la guía apunta a “recompletar la existencia de la diversidad”.
“No sorprende que casi 200 años después de la abolición persistan secuelas. Por un lado, es admirable la actitud positiva de los descendientes de esclavos que han perdonado a los descendientes de las personas responsables. Por otro, es un hecho que la población afrodescendiente sigue enfrentando mayores niveles de vulnerabilidad social, menor rendimiento educativo y un desfavorable rendimiento en el mercado laboral”, consideró, por su parte, Didier Pfirte, embajador en Uruguay de Suiza, país que apoyó el proyecto junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
La consejera del Codicen Laura Motta señaló la importancia de la “contribución” de los docentes a “fortalecer la autoestima del estudiante afrodescendiente a partir del reconocimiento como línea de pensamiento y acción, en contraposición a la negación”. También trajo a colación algunos casos de discriminación inconsciente mostrados en la guía. En uno se habla de un chico de quinto año de liceo que se prepara para su primer oral frente al grupo y, al afeitarse, se corta. Concurre a la farmacia en busca de curitas, pero las que hay -“las comunes, de color piel”- no hacen más que resaltar el hecho sobre su rostro. “Estas cuestiones pasan muchas veces, en el cotidiano, desapercibidas. Las naturalizamos y, sin embargo, estamos imprimiendo una discriminación instalada en nuestra sociedad. Que una guía las refleje nos permite pensar en otras”, consideró.
Cosmovisión
La guía, elaborada por Valentina Brena y Gonzalo Brown, tiene dos módulos: uno teórico-conceptual, en el que se aborda la legislación vigente nacional e internacional y se reflexiona sobre el tránsito de niños y adolescentes por la educación formal, y otro práctico-didáctico, en el que se incluyen dinámicas de trabajo para la inclusión de la dimensión étnico-racial en los centros educativos, dentro y fuera del aula.
La parte práctica incluye actividades para la educación inicial, primaria y media, con detalles relativos al área de conocimiento en que se centra -arte, historia, derecho, filosofía, bioconstrucción, lenguaje y comunicación, literatura, ética, geografía, música y matemáticas-. Además, detalla el nivel al que está dirigida la actividad y los materiales necesarios para llevarla a cabo, tales como hojas, pinturas y, en todos los casos, un reproductor de video o computadora con acceso a internet.
“Lo afrodescendiente no es sólo para trabajar en la cultura, no es ‘un pedacito’; es una cosmovisión que responde a un proceso histórico-político que identifica a un sujeto de derecho -que para el docente, es el alumno-, y esta es una herramienta que va a aportar a eso”, estableció Moreira, en diálogo con la diaria.
El contenido busca tanto atender la discriminación racial -mediante ejemplos de abordaje- como prevenir que esta se produzca, “en la medida en que los docentes puedan visualizar la problemática del racismo y que los niños afrodescendientes puedan fortalecerse incluyéndolo desde el lugar del saber y del conocimiento”.
Memory
Alicia Esquivel, quien fue coordinadora del departamento de Mujeres Afrodescendientes cuando se desarrolló esta iniciativa, dijo a la diaria que también se pretende desarrollar una aplicación para favorecer la inclusión del programa dentro de la currícula con una aplicación “para jugar y aprender también desde las ceibalitas”.
Se trata de una versión del conocido juego Memory, en el que se buscan cartas parejas en un mazo con diversas figuras repetidas cada dos cartas, mediante el uso de la memoria y de la analogía. “Queremos, por un lado, cortar con la división sexual del trabajo -es decir, ver a hombres y mujeres realizando tareas que habitualmente no vemos- y, además, que la gente sea fenotípicamente afro o no afro, todos cruzados; entonces, por analogía, ellos van encontrando las parejas”, contó. “Esa era la idea cuando yo estaba; espero que las autoridades actuales así lo resuelvan”, agregó.
Consultada por la diaria al respecto, Moreira dijo: “Sabemos que esto recién empieza. No vamos a hacer una guía y nada más, cuando tenemos que deconstruir la ideología del racismo que impregna nuestra forma de relacionarnos, ya sea desde lo personal, lo interpersonal o lo institucional”.
Aunque ya está disponible, por resolución de ANEP, para el uso en las aulas, el grupo interdisciplinario continuará trabajando con el cuerpo docente en la implementación de la guía en los diferentes puntos del país por medio de jornadas de talleres teórico-prácticos, tal como se hizo para su elaboración.