Luego de ocho meses de conflicto debido a recortes en el Programa de Fortalecimiento de las Artes (PFA) de la Intendencia de Montevideo (IM), se llegó a un acuerdo entre esta y las gremiales que participan en ese programa. El PFA, creado en 2012, estableció un fondo de más de un millón de dólares para incentivar el desarrollo y la profesionalización de varias disciplinas artísticas: música, teatro, danza, artes visuales y literatura. A la vez, se propuso impulsar la descentralización de las actividades capitalinas de esos sectores, aprovechando el circuito de los municipios, y democratizar el acceso a la cultura. En el marco de las medidas de ajuste de presupuesto de la IM, el PFA se vio afectado, y en noviembre del año pasado la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) y la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI) se declararon en conflicto. Protestaban por el “doble recorte”, del PFA en general y, dentro de este, de la proporción destinada a las actividades teatrales, que era la mayor.
En aquel momento, Mariana Percovich -poco después de asumir como directora del Departamento de Cultura de la comuna-, señaló en diálogo con la diaria que ese organismo se encarga, entre otras cosas, de teatros, museos, bibliotecas, escuelas, cuerpos estables y del zoológico, y que su estructura fija requiere un desembolso importante, al que se suman los gastos de funcionamiento. “Cada unidad necesita dinero para funcionar. Eso no lo vamos a tocar, porque hay una decisión política de que los lugares no cierren. Queremos que funcionen, y bien. Hay otro dinero que la administración anterior había asignado al PFA y a la Tarjeta Libre, y estamos analizando qué hacer en una situación en la que todos los departamentos deben reajustar su presupuesto [...]. No vamos a dejar de atender a los vecinos, no vamos a dejar de contratar talleristas, ni músicos, ni bailarines, ni cirqueros que trabajan en territorio. No podremos sostener el PFA y los fondos como estaban, porque tenemos que pensar en todas las disciplinas por igual. Además, FUTI acaba de conseguir, del gobierno nacional, ocho millones de pesos. Complementaremos o hablaremos con ellos”, sostuvo.
A regañadientes
Ayer, Lila García, presidenta del SUA, dijo a la diaria que la propuesta de la IM fue considerada en una asamblea de ese sindicato y que, con “una mayoría -nada parecida a la unanimidad-, se resolvió aceptar la pérdida presupuestal”. Según indicó, SUA pasa de recibir 10.400.000 pesos a 6.000.000, y FUTI, de 10.000.000 a 6.000.000. “Más duro que esto fue la inclusión de contenidos direccionados, cuando antes sólo se trataba de un programa de apoyo a las artes. No era un programa social, como pueden ser Teatro en el Aula y el programa Esquinas, con los que estamos de acuerdo y por los que peleamos y luchamos. Se trata de la más dura de las pérdidas, ya que la baja presupuestal era algo aceptado”, señaló. En cuanto a lo de los “contenidos direccionados”, la gremialista explicó que se refería a la inclusión en las bases del PFA de orientaciones temáticas que a la IM le interesa impulsar, y comentó que, si bien SUA comparte la necesidad de trabajarlas, cree que eso se debe hacer por otras vías.
En ese sentido, afirmó que originalmente el fondo “estaba destinado a apoyar la producción artística, no a orientarla con determinados fines”, y que “cualquier orientación abre discusiones en los planos ético, filosófico y político”. Para la presidenta de la gremial, “las artes son un vehículo” en el programa Esquinas, que tiene objetivos sociales, y en Teatro en el Aula, que “es un programa social y educativo”, pero el PFA fue, por “primera vez en la historia”, un programa exclusivamente para el fomento de la creación artística y su circulación, cuya contrapartida era “llegar a la población que cuenta con un acceso nulo o escaso, a partir de un producto que no era de carácter político o social, y tampoco seguía un énfasis políticamente correcto”.
Según García, este aspecto fue el que generó mayor discusión en la asamblea del SUA, junto a la “anualidad de lo establecido”, ya que no hay una previsión presupuestal para el quinquenio del actual gobierno departamental, “sino que año a año se deberá reabrir el tema”. Añadió que el sindicato había propuesto acordar una recuperación “escalonada” del monto original del fondo durante cinco años, y que ahora comenzará a trabajar con miras a 2017. “Lo que se pierde, además, es trabajo ofrecido por el programa, que igual existirá a partir de un delicado equilibrio económico: intentaremos que la pérdida de producción y contrataciones sea proporcional a la pérdida económica”, aseguró.
La otra campana
Percovich, por su parte, reafirmó que la diferencia de presupuesto tiene que ver con la situación financiera global de la IM. “Hubo ajustes en todas las áreas. Todo el presupuesto tuvo que ser revisado y ajustado, y el Departamento de Cultura no sólo gestiona las mismas cosas que antes, sino que debe proponerse otras nuevas”, dijo para explicar que forzosamente debieron reducirse los montos para algunas actividades. Subrayó que el eje prioritario es la descentralización cultural y que se intenta afectar en la menor medida posible los programas vinculados con ella, incluyendo al PFA, que “aporta contenido para esa descentralización, se mantiene y está vivo, como siempre se dijo que estaría”.
Por otro lado, acerca de la “orientación de contenidos” a la que se refirió García, apuntó que “todos los fondos públicos se vinculan con los contenidos programáticos de los gobiernos que los establecen”, y que estas bases, acordadas con las gremiales (que “formaron parte de toda la discusión”), tienen que ver con “la orientación de las políticas públicas, con la necesidad de que las producciones culturales contribuyan al cambio cultural que necesita la sociedad”, por ejemplo en relación con “el rescate de la producción nacional”, “la cantidad de mujeres que están presentes en las programaciones -porque tenemos un déficit importante-”, y “un contenido que vaya contra los estereotipos de género”.
Percovich agregó que el Fondo de Fortalecimiento ya “planteaba cuotas de obras para niños y de creación nacional. Eso ya estaba en las bases originales, y nosotros lo que hicimos fue sumar otros aspectos que tomamos de las bases internacionales de Iberescena [fondo iberoamericano de ayuda], y que apuntan a generar otros tipos de discurso. Ese es el espíritu con el que trabajamos las bases, en el marco de una negociación en la que participó el PIT-CNT. O sea que estas cláusulas fueron acordadas en conjunto, y no fue ninguna imposición”. Además, subrayó que esto sienta las bases de una discusión “que debemos dar”, acerca del rol de la creación y la cultura dentro de los cambios sociales. “El lugar de la cultura; ese es el debate que es necesario dar”, aseveró.