Con la idea de “empezar a echar luz” sobre el debate, el diálogo y el intercambio de ideas, la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU) organizó una charla en el café la diaria, en el marco del Día del Futuro. Cuatro panelistas vinculados al movimiento cooperativo y al sindical plantearon sus ideas y trataron de generar un intercambio con las más de 50 personas que se arrimaron a debatir acerca de la convivencia y las contradicciones entre el cooperativismo y el sindicalismo.

Los panelistas fueron Luis Álvez, secretario general de la FCPU; Federico Barrios, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, responsable del Departamento de Desarrollo Productivo de la central de trabajadores y dirigente de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines; Carlos Reyes, vicepresidente del Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) e integrante de la cooperativa que gestiona el Molino Santa Rosa; y Gabriel Isola, coordinador general de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop).

Todo comunica

El debate, que comenzó con una exposición de cada uno de los panelistas, tuvo luego la retroalimentación entre asistentes -cooperativistas y sindicalistas, entre otros-, que también aportaron sus ideas y su visión acerca del encuentro y del futuro de esta alianza que, como rezaba la consigna, tiene su convivencia pero también sus contradicciones. “Debemos construir una alianza social muy fuerte en la base. Es necesario tener muy claras algunas cuestiones, y eso implica un sinceramiento en el debate”, dijo Luis Álvez, de la FCPU, que abrió el juego y lanzó algunas preguntas: “¿Cuándo y cómo orientamos nuestra lucha a un mismo fin y medio? ¿Dónde ubicamos los espacios de construcción de las nuevas acciones sociales que modifican la relación sindicalismo-cooperativismo? ¿En qué medida el movimiento autogestionario, nacido del sindicalismo, se vincula con el cooperativismo? ¿En qué medida la expectativa de lealtad del socio, en el caso del cooperativismo de trabajo y el sindicalismo, es una alianza de clase?”.

Luis Álvez dio paso a sus compañeros de panel, y fue Reyes, de Inacoop, quien tomó la posta y destacó lo siguiente: “Una dimensión que me parece muy importante destacar es la unidad gremial, patrimonio y orgullo nacional tanto en los sindicatos como en las cooperativas. La capacidad para manejar la diversidad y buscar plataformas comunes es una fortaleza de nuestro país; hay que tenerlo presente”.

Federico Barrios, del PIT-CNT, diferenció el cooperativismo de la autogestión: “El cooperativismo es un concepto muy amplio que incluso abarca cooperativas de productores rurales, de empresas, mientras que la autogestión apunta más bien a trabajadores, obreros”.

La ronda siguió con la intervención de Isola, de Cudecoop, quien habló del surgimiento del movimiento cooperativo en Uruguay, que vino atado a la inmigración de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. “Si uno analiza todas las primeras experiencias cooperativas -fundamentalmente las de consumo-, algunas todavía existen hoy, con 100 o 120 años de existencia, en áreas de actividad en las que ya había trabajadores organizados a nivel sindical. Entonces, claramente, desde los sindicatos surgen estas experiencias para resolver diferentes temas”. Intentar abrir un diálogo, discutir, no llegar a conclusiones todavía. Esa fue la premisa de la actividad del jueves entre cooperativistas y sindicalistas. El primer paso está dado, pero el debate seguramente continuará.