Energía nuclear y minería fueron los temas que se trataron en 2010 y 2011, respectivamente, en los Juicios Ciudadanos, iniciativas que reúnen a personas no expertas en la temática en cuestión, que se reúnen para recibir e intercambiar información con el objetivo de hacer, luego, recomendaciones a los actores políticos encargados de tomar decisiones. Marila Lázaro, bióloga y especialista en participación pública sobre cuestiones socioambientales, de ciencia y tecnología, está coordinando ahora el proyecto Deliberación Ciudadana sobre el Agua (Deci Agua), enfocado en reunir un grupo de 15 personas para que aporten recomendaciones, críticas y comentarios sobre el proyecto del Plan Nacional de Aguas que el gobierno presentó en julio y cuya versión definitiva se presentará en 2017. Los interesados en participar pueden contactarse por medio de la web deciagua.uy, al correo [email protected] o al teléfono 092002482; el plazo corre hasta el domingo 25 de setiembre. Para Lázaro, uno de los objetivos de esta convocatoria a la participación apunta a fomentar el pasaje de consumidor a “ciudadano del agua”.
¿Cómo surge el proyecto? ¿A partir de la propuesta del Plan Nacional de Aguas por parte del gobierno?
-El origen tiene un vericueto interesante. Estábamos con un proyecto de la Comisión Sectorial de Investigación Científica [CSIC] sobre comprensión pública de temas de interés general sobre las comisiones de cuenca. Era una evaluación de cómo vienen participando dos de las comisiones -la de Laguna del Sauce y del río Tacuarembó-, ámbitos de gestión participativa que estableció la ley de 2009 [de Política Nacional de Aguas, Nº 18.610].
La situación en la Laguna del Sauce es complicada.
-Sí, y además es interesante, porque la comisión empezó a funcionar antes de la ley, integrada por organizaciones de la sociedad civil, el gobierno y representantes de los usuarios. Presentamos el proyecto a Dinagua [Dirección Nacional de Aguas para que supieran que íbamos a estar contactando a actores de las dos comisiones -Dinagua participa, obviamente-. A partir de eso surgió un interés por parte de ellos de contarnos que en julio de este año iban a presentar una propuesta de Plan Nacional de Aguas, y que estaban buscando una forma de mover esta discusión que por ley están obligados e invitados a hacer, antes de presentar el plan en su versión definitiva. Querían llegar a otras voces, no sólo a los ámbitos que ya están funcionando, conformados por personas implicadas.
¿Cuál va a ser la metodología? Parece similar a la conformación de los jurados de Estados Unidos. -Sí, es una adaptación de los Juicios Ciudadanos. Se trata de invitar a la ciudadanía general a inscribirse para conformar un panel ciudadano, que está conformado por 15 personas que vamos a seleccionar entre los que se inscriban. Se busca variedad de voces, experiencias vitales, procedencias, edades, géneros, ocupaciones, niveles de estudio. Buscamos que se anoten todos los interesados en obtener información sobre el tema y evaluar el plan: lo que tiene, lo que le falta. También cuentan con apoyo de otra figura importante del mecanismo: un grupo de 24 asesores independientes de la organización de Deci Agua. Ahí están metidas todas las visiones, enfoques y disciplinas sobre el tema del agua: el gobierno, la academia, las organizaciones sociales. En este momento, el grupo asesor está revisando un documento que la organización redactó, que explica por qué este tipo de gestión, por qué el diagnóstico de la situación de los recursos hídricos de Uruguay. En ese documento, bajamos un poco a tierra y damos elementos para que el plan se pueda discutir a nivel ciudadano, no a nivel de especialistas.
Cada uno de esos 24 asesores nos va a mandar su aporte a este documento de trabajo, para hacer un nuevo documento; si surgen discrepancias, las vamos a dejar explicadas y vamos a pedir la fundamentación de esas discrepancias. Ese documento va a estar disponible en la página web, para que cualquiera conozca el diagnóstico de nuestra calidad del agua, por dónde están yendo las discusiones, cuáles son las definiciones que hay que conocer. En este tipo de procesos, en los que se busca la participación de un grupo pequeño para hacer una deliberación y un intercambio profundo, lo importante es que sea visible y contagioso, y que otras personas se puedan interesar, ingresar en la web, ver las preguntas que está haciendo el panel, ver las respuestas que están obteniendo. En la web va a haber un espacio interactivo para que cualquiera pueda aportar su visión sobre el plan.
¿Funcionan estos ámbitos a nivel general? Porque se trata de población que no está implicada, que tiene que dedicar tiempo por fuera de su trabajo, de su familia.
-Estos procesos implican varios supuestos. Uno de ellos es que en las temáticas que nos implican a todos, es interesante que la ciudadanía en general esté comprometida en comprender por dónde van estas controversias, esta planificación a futuro, y pueda dar su opinión sobre el tema e incidir. En cuanto al interés, veremos cómo funciona la convocatoria; va a depender mucho de la cultura de participación, en una sociedad en la que -y no estoy diciendo que sea necesariamente la uruguaya- hay desconfianza, por ejemplo, porque se participa en algunas instancias pero los resultados no llegan a ningún sitio, como lo que ocurrió con aquel proceso ampliamente participativo sobre la educación hace algunos años. Hubo un esfuerzo muy grande y los actores que participaron no sintieron que se llegara a nada. Eso es un elemento desmotivante para la participación. Lo interesante de Deci Agua es que Dinagua lo solicitó, y va a explicar por qué se toman ciertas cosas y no otras.