El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU Mujeres presentarán hoy en el Palacio Legislativo un estudio de opinión pública sobre “actitudes hacia la participación de mujeres en política y mecanismos de acción afirmativa en Uruguay”, elaborado por la consultora Cifra. Las conclusiones principales son que 66% de la población considera que debería haber más mujeres en cargos políticos (25% cree que el número actual es adecuado y 1% piensa que debería haber menos mujeres), 63% está de acuerdo con la ley de cuotas implementada en las elecciones de 2014 y 57% considera positivo implementar acciones afirmativas, como ley de cuotas o ley de paridad, de cara a las próximas elecciones.

La encuesta se realizó de manera telefónica en hogares de todo el país. Se relevó un total de 803 casos, en junio de 2016, con una distribución por sexo y edad similar al perfil de la población y un margen de error de 3,4%.

Si se cruzan las opiniones por sexo, la diferencia no es relevante en ninguna de las preguntas: por ejemplo, 69% de las mujeres y 63% de los hombres consideran que debería haber más mujeres en cargos políticos. Tampoco es relevante la edad: los jóvenes de entre 18 y 29 años y los adultos mayores de 60 años son, en igual medida, quienes menos apoyan una mayor participación de las mujeres en política, con 64%, mientras que en el segmento etario de entre 30 y 44 años el porcentaje es de 70%. Si se toma en cuenta el voto a partidos políticos durante la última elección, los votantes frenteamplistas aparecen como los más proclives a una mayor participación de las mujeres en cargos políticos (73% de los votantes del Frente Amplio lo considera así) y a las medidas de acción afirmativa (67% de los frenteamplistas está de acuerdo con la ley de cuotas), y los votantes del Partido Nacional, los más reacios (58% de los votantes blancos cree que debería haber más mujeres en cargos y 50% de los nacionalistas está de acuerdo con la ley de cuotas).

Uno de los hallazgos del estudio es que las personas con educación terciaria, y en particular los hombres, son las más reacias a considerar que debería aumentar la participación política de las mujeres. El 59% de las personas con educación terciaria considera que debería haber más mujeres en cargos políticos, mientras que para las personas con educación primaria el porcentaje sube a 68%. En hombres con educación terciaria, el apoyo a una mayor participación baja a 49%. El grupo de “los más educados” no está en contra de una mayor participación política de las mujeres, pero, según explicó la directora de Cifra, Mariana Pomies, utilizan argumentaciones “sofisticadas” para oponerse a las leyes de cuota o paridad, del estilo de “los cargos deben ganarse por el esfuerzo propio” o “los deben ocupar los más aptos”. También estimó que el grupo de los hombres con educación terciaria puede ver la potencial participación de mujeres en política como una “amenaza”.

De cara a la paridad

Según un estudio elaborado por la iniciativa Atenea, un mecanismo regional de monitoreo de la participación política de las mujeres, la ley de cuotas aplicada en las elecciones nacionales de 2014, que disponía la obligatoriedad de incluir por cada dos personas del mismo sexo una del otro sexo en las listas, generó un aumento de la participación política de las mujeres, sobre todo en la Cámara de Senadores, en la que trepó de 13% a 26%. En la Cámara de Diputados, donde la participación subió de 15% a 17%, el efecto no fue tan pronunciado porque los distritos electorales son más pequeños y los partidos políticos colocaron en general a las mujeres en el tercer lugar de las listas.

Estos datos fueron utilizados en la exposición de motivos de un proyecto de ley de paridad en la integración de las listas que está a estudio de la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores y que sólo lleva las firmas de los legisladores del Frente Amplio.

Según el estudio realizado por Cifra, 57% considera positivo implementar acciones afirmativas de cara a las próximas elecciones -la ley de cuotas sólo rigió para los comicios de 2014- y la paridad conlleva un mayor apoyo que la cuota (35% cree que debería haber paridad y 22% considera que debería haber cuota), mientras que 34% de la población piensa que no debería implementarse ninguna acción de este tipo. No hay diferencias significativas entre hombres y mujeres en general, pero sí cuando se cruza esta variable con nivel educativo: 58% de los hombres más educados se resisten a acciones afirmativas frente a 42% de las mujeres más educadas (con educación terciaria).

En tanto, 77% de los uruguayos considera “positivo” que en diez años haya una presidenta mujer en Uruguay.

En comparación con los datos relevados por la misma consultora en 2014, se mantuvo estable el porcentaje de apoyo a una mayor participación de las mujeres en política, mientras que la adhesión a la ley de cuotas disminuyó, presuntamente, señaló Pomies, porque las expectativas de la gente respecto a la norma no se cumplieron, ya que no se percibe que esta haya tenido un efecto de aumento significativo en el número de mujeres en el Parlamento.