Al menos 300 profesionales forman parte del grupo en la red social Facebook “Concurso Psicólogos Adopciones Eventual-INAU”, forma abreviada de nombrar al concurso público y abierto de oposición y prueba de aptitud para ocupar por un año hasta 40 cargos de psicólogos en el Departamento de Adopciones del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). El período de inscripción fue del 4 al 19 de julio de 2016, a través de la página web del INAU; luego los inscriptos fueron convocados para presentar sus carpetas de méritos. Se inscribieron cerca de 860 psicólogos. La enorme mayoría se sorprendió, a comienzos de agosto, cuando no pudieron presentar la documentación porque debían haber tenido vigentes, al momento de la inscripción en la web, el certificado de antecedentes judiciales y el carné de salud. Todos los integrantes del grupo en Facebook están en esa situación. Las bases del llamado lo explicitaban: se establecía que esos documentos eran “requisitos excluyentes al cierre de la inscripción”, además del título profesional, la cédula de identidad, la credencial cívica, la jura de la bandera, la constancia real de domicilio y no estar transitando un proceso de adopción. De casi 900 psicólogos inscriptos, sólo 39 fueron habilitados para continuar en el concurso.
Alrededor de 80 psicólogos firmaron una carta que entregaron, el 10 de agosto, al directorio del INAU, en la que solicitaron que se reviera el alegato de no poder entregar la carpeta si no tenían el certificado, el carné de salud o la cédula de identidad vigente al momento de la inscripción web. En la misiva argumentaron que el certificado de antecedentes judiciales “es un trámite emitido por el Ministerio del Interior con 90 días de validez, y por lo tanto debería ser admitido, salvo que el plazo del mismo esté efectivamente caducado”. Agregaron que tal como estaban redactadas las bases no quedaba claro si los requisitos excluyentes lo eran al momento del cierre de la inscripción o al terminar de presentar la documentación. Señalaron, también, que en llamados públicos del INAU para la provisión de psicólogos en localidades del interior del país las bases estaban redactadas de la misma manera, pero que el Departamento de Recursos Humanos les había dado otra interpretación, puesto que aceptaba que el certificado fuera tramitado luego de la inscripción en la web y antes de la entrega de los documentos.
Buena conducta
Dos de las psicólogas del grupo, con las que dialogó la diaria, se habían presentado a concursos anteriores del organismo -de hecho, una de ellas trabaja como educadora- y habían procedido de la misma manera: presentando el certificado de buena conducta al momento de entregar la carpeta, tal como lo establecen los llamados que se hacen mediante Uruguay Concursa, aseguraron. El requisito también estuvo en bases anteriores en Montevideo, pero no se cumplía, dijeron tanto ellas como otros integrantes del grupo. Uno de los llamados a los que se había inscripto una de las entrevistadas había demorado un año y medio en concretarse. Por esa razón, es lógico que el certificado de buena conducta se tramite lo más cerca posible de la fecha de presentación de los documentos, porque garantiza un período mayor de tiempo en que la persona no cometió ilícitos.
“Está mal manejado, porque no puede ser que tanta gente se haya equivocado. ¿Todos tenemos problemas de comprensión? ¿Todo el mundo se equivocó?”, cuestionaron las entrevistadas. A varios integrantes del grupo lo primero que se les preguntó al momento de presentar la carpeta era si tenían el certificado de buena conducta y el carné de salud al día al momento de haberse inscripto en la web (algo explicitado expresamente en comunicados del INAU de esos días, de forma mucho más clara que la que establecían las bases, argumentan). A esta situación se suma el dato de que otras personas que se habían presentado a otros llamados fueron advertidas por el sindicato del INAU de que era necesario tramitar el certificado de buena conducta para el momento de inscribirse, lo que alimenta las sospechas de quienes no siguieron en carrera. Piensan que, en el mejor de los casos, se trata de un filtro mediante el cual el área de Recursos Humanos simplifica la tarea. También se preguntan si el llamado estaría direccionado, pero el grupo no ha podido comprobar ninguna de las dos hipótesis. Las tres profesionales que hicieron declaraciones no ponen en tela de juicio los méritos de quienes pudieron presentarse, pero cuestionan “que se haya descartado un montón de gente por una cuestión administrativa”, porque sí llegaron a tramitar los certificados y el carné de salud. Lamentan no tener la oportunidad de dar una prueba y demostrar su conocimiento y ser descartados, en todo caso, por aspectos técnicos.
Iguales ante la ley
En la carta entregada el 10 de agosto los profesionales exigieron que se les aceptaran los documentos y la carpeta y, “para garantizar la transparencia”, pidieron que de ahora en más “los nombres y apellidos sean reemplazados por un número adjudicado de modo aleatorio y que se publique el escalafón de todos los candidatos con el puntaje detallado de cada instancia”. Apoyaron la solicitud citando el artículo 8 de la Constitución de la República: “Todas las personas son iguales ante la ley no reconociéndose otra distinción entre ellas sino la de los talentos o las virtudes”.
Sin cambios
Consultado por la diaria, Fernando Rodríguez, integrante del directorio del INAU, respondió que se aplicaron bases resueltas por directorios anteriores, y que desde el área de Recursos Humanos se les explicó que esos requisitos “se aplicaron siempre” y que “no se han modificado”. Esto difiere de lo expresado por los psicólogos reclamantes. Consideró, además, que “tal vez esto, por la dimensión, generó la dificultad por la cantidad de postulaciones”.
De todos modos, transmitió que en el INAU existe la “voluntad de generar una revisión de las bases” y que una vez que finalicen los llamados en curso, “el Comité de Desarrollo Humano revisará las bases, qué cosas son flexibilizables, sin perder las exigencias que requiere el ingreso a la función pública, pero todo lo que vaya a mejorar la calidad y la calificación de los concursos estamos dispuestos a incorporarlo”. Adelantó que “podemos exigir otros tiempos; por ejemplo, que la documentación esté en tiempo y forma al día de presentar las carpetas”.
Dijo que además de la carta de los 80 psicólogos “hay un número importante de cartas individuales, y cada una de ellas va a ser respondida; el área de Jurídica está trabajando en las respuestas”, que van a ser individuales. La gran mayoría no pudo postularse por el certificado de antecedentes judiciales, reconoció. Anunció que no es posible aceptar la postulación de quienes no pudieron entregar las carpetas por no tener el certificado ni el carné de salud al día al momento de la inscripción web, porque “no sería legal modificar las bases en medio de un concurso”. Pero “sí para futuros concursos”, dijo.
Cambiando
Rodríguez agregó que “el organismo hace un tiempo que no tiene la cantidad de llamados que estamos teniendo en este momento; revisando un poco la historia el otro día, veíamos que en cuanto a llamados abiertos para ocupar cargos de administrativos, el último fue en 2003 y el anterior había sido en la década del 70”. Detalló que el directorio que integra inició “un proceso bastante importante de llamados a psicólogos, trabajadores sociales, un llamado grande de educadores y de administrativos: se ponen a andar herramientas que hacía bastante tiempo que no se usaban, por lo menos masivamente o en esta dimensión”. Ante la pregunta sobre cómo se llenaban los cargos de administrativos, entonces, si en 40 años hubo sólo dos llamados abiertos, dijo que “se iban generando vacantes; por otro lado, educadores y otras profesiones pasaban a ocupar lugares de administrativos, y en algunos casos se ocuparon con contratos de talleristas”. Estos últimos son contratos precarios a los que no se accede por concurso y que deben ser renovados cada pocos meses. Los hay en todos los sectores.