Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones comúnmente denominadas TICs, refieren simplemente a las diversas herramientas y plataformas que son utilizadas para satisfacer nuestras necesidades de información y de comunicación. Están compuestas por computadoras, tablet, celulares, así como Internet, servicio de telefonía celular, redes sociales como Facebook, Twitter, etc. Las “nuevas tecnologías” han revolucionado nuestra forma de vida y de relacionamiento, gracias al desarrollo de formatos digitales con tecnología inalámbrica que nos permiten la transmisión de información inmediata y en forma instantánea.

Las TICs son facilitadoras de comunicación, rompen con las barreras de tiempo y espacio, aumentan la producción referente a bienes y servicios, generan nuevas profesiones y además nuevos mercados, pero la contra cara de esto, el lado negativo una vez más recae en las mujeres. Históricamente las mujeres han sufrido discriminación e invisibilización, y ésta no será la excepción, existe un gran déficit de mujeres en el área de la ciencia y la tecnología pero además existe una ausencia fuerte de modelos femeninos como referentes, éste es un privilegio exclusivo de los hombres e incluye lenguaje sexista. Son pocas las mujeres que acceden a estudiar carreras técnicas universitarias, hay pocas mujeres en los espacios técnicos y políticos referidos al desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento.

Las TICs no son inmunes a las diferencias de género, en este ámbito la desigualdad de hombres y mujeres se mantiene, pues no es igual el acceso y el control para uno u otro sexo. El acceso no es más que la posibilidad de hacer uso efectivo de las mismas, que implica información, conocimiento y además tecnología. En cambio el control de las TICs refiere al poder de decidir la forma como hacer uso de ellas y quienes acceden. Si bien es verdad que cada vez más mujeres tienen acceso a empleos y a la formación en TICs, no sucedo lo mismo cuando refiere al acceso de toma de decisiones y al control de los recursos. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en todas las estructuras de decisión de las TICs, esto es consecuencia de que la toma de decisiones es un área estrictamente técnica, para “hombres expertos”. Son muy escasos los ejemplos de mujeres que conquistaron un cargo de dirección, aunque esto no modificó el hecho de no realizar las tareas tradicionales domésticas. Entonces por un lado pueden contribuir las nuevas tecnologías ha mejorar el nivel de vida de las mujeres, proporcionar nuevas oportunidades, pero también son un fuerte elemento discriminador, que reproduce la inequidad pues muchas de las tareas desempeñadas por las mujeres están muy mal remuneradas, respecto a los hombres, pero además exigen poca cualificación.

Existe una terrible manifestación del sistema patriarcal que conlleva a la violencia de género a través de las TICs que facilitan mecanismos eficaces de control, de intimidación y de acoso, es una forma “moderna” de ejercer violencia de género a través de estos nuevos medios, pero que no por eso es menos dañosa para quien la padece. Dos formas claras de visualizar el impacto que las TICs han desarrollado en las relaciones de poder, son mediante la comunicación y la representación. La comunicación proporciona velocidad, amplitud y manejo relativamente más accesible, los dispositivos más modernos son más fáciles de manejar, acortan el tiempo y el espacio entre los individuos. Todo esto puede, y es, utilizado a favor para difundir derechos, para proporcionar información y asistencia a víctimas de violencia de género, los diversos movimientos feministas lo utilizan como una herramienta poderosa, pero también puede ser muy peligrosa si las utilizan sin una clara comprensión de sus dimensiones, de su alcance, como por ejemplo que los dispositivos puedan ser rastreados y localizan el punto exacto donde se encuentra la persona con el GPS incorporado, existen aplicaciones relacionadas a esto que permiten de manera eficiente monitorear por parte del abusador y así controlar los movimientos de su pareja. Por otro lado, la representación de las imágines que se trasmiten son de suma importancia porque difunden normas culturales que refuerzan las nociones de “diferencia” entre las mujeres y los hombres, reproducen y reafirman los roles de géneros como lo legítimamente correcto. Todo esto puede afectar las normas y la cultura de una sociedad.

Lo que da origen a la violencia de género a través de las TICs sigue siendo la desigualdad de poder existente entre mujeres y hombres, esto supone una construcción social, histórica y cultural de lo femenino y lo masculino. La motivación es la misma, los estereotipos de género en cuanto, femenino y masculino que se han mantenido a lo largo del tiempo generan que por ejemplo, el hombre se sienta en pleno derecho de controlar a su pareja mediante las herramientas proporcionadas, controlan la ubicación donde se encuentra, si esta interactuando con otros en las redes sociales, chateando, revise y cuestione los contactos y amistades que posee. Generalmente las principales víctimas son en su mayoría mujeres, niñas y niños, así como en una menor proporción los hombres gay, que sufren de acoso, maltrato psicológico y simbólico, valiéndose de la información disponible en los medios de comunicación, en las redes sociales, en todo lo publicado en Internet usándolo malintencionadamente, con el fin de ejercer poder, agredir, controlar, manipular, acosar, esto acarrea consecuencias que no son menos nocivas por el hecho de ejercerlas a la distancia, por el contrario, son tan o más nocivas como recibir una golpiza. El maltrato y la humillación a la que se exponen, deriva en depresión, miedos, aislamiento social y además exclusión digital, pues aquellas mujeres acosadas por estos medios dejaran de usarlos, por tanto se verán imposibilitadas de disfrutar de Internet con total autonomía.

Los diversos movimientos feministas de todo el mundo en forma permanente han denunciado nuevos mecanismos y diversas formas de violencia contra las mujeres. Gracias a estas luchas incesantes desde el año 1993, la violencia contra las mujeres se reconoció oficialmente como una forma de violación de los Derechos Humanos Fundamentales. En dicho año, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Declaración de Eliminación de todas las Formas de Violencia en contra de las Mujeres. Por esto es obligación del Estado generar mecanismos, políticas públicas acordes para poder garantizar a las mujeres y al conjunto de toda la sociedad una vida libre de violencia de género. También en el ámbito de las TICs deben existir políticas de acceso, difusión, conocimiento, regulación, estrategias de intervención específicas para eliminar la brecha existente, estrategias que desarrollen el empoderamiento de las mujeres y que eliminen los obstáculos para que las mujeres puedan acceder a desarrollar liderazgos en este campo, es de vital importancia generar nuevos modelos a través del uso de las TICs.

Sobre la autora

Esta columna fue escrita para Cotidiano Mujer en el marco de “Ni más, ni menos”, espacio de análisis político con enfoque de género en el que estudiantes avanzados de la Licenciatura en Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República) hacen su pasantía de egreso.