“Hoy por hoy, en Uruguay no hay método clínico para detectar si una persona está contaminada con este herbicida”, dijo a la diaria la senadora del Partido Nacional Carol Aviaga, que lanzó ayer una campaña de recolección de firmas. Según datos a los que accedió Aviaga, las importaciones de glifosato aumentaron 300% entre 2008 y 2015. “Si se habilita la venta de este herbicida, también se tendría que habilitar formas de controlarlo”, reclamó la legisladora. La petición cuenta con el apoyo de dos asociaciones de apicultores, que vieron su negocio afectado este año, cuando Estados Unidos y Europa decidieron no importar el producto uruguayo tras detectar niveles de hasta 300 miligramos de glifosato por kilo, una cantidad muy superior a la que permite la normativa europea. “El gran problema que tenemos en el país es que no hay controles de ningún tipo, entonces no podemos saber qué nivel de glifosato puede llegar a tener el vino, la miel, la leche, la carne o el agua”, fundamentó Aviaga. La senadora dice haber realizado pedidos de informes al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. “El ministro Tabaré Aguerre ha hecho caso omiso”, agregó. Además, tuvo reuniones con el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, a quien le reclamó que se hagan diagnósticos que permitan elaborar estadísticas y seguimientos, tal como se hace en otros países. Las firmas se recolectan en varios puntos del país -y por medio del correo [email protected], y se presentarán al presidente Tabaré Vázquez el 16 de noviembre, el Día Internacional de la Tolerancia, en un gesto que Aviaga entiende como simbólico.