La semana pasada, Estados Unidos y Rusia habían llegado a un acuerdo para decretar un alto el fuego en la guerra civil de Siria. Pero la tregua fue sistemáticamente vulnerada por todas las partes, incluyendo a la coalición internacional liderada por Washington, que lanzó un bombardeo contra tropas del Ejército sirio. En este último caso, el gobierno estadounidense afirmó que se trató de “un error” y que las tropas de Damasco no eran el objetivo. “Tenemos que admitir que nuestros soldados tienen problemas para reconocer quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos. Como los motivos por los que estamos en uno u otro bando son bastante arbitrarios, y encima el mapa de alianzas se vuelve diametralmente opuesto con frecuencia, es difícil identificar los objetivos”, declaró un portavoz de la Casa Blanca.

A pesar de que el alto el fuego duró apenas una semana y prácticamente no se respetó, varios analistas coinciden en que un cese de las hostilidades por un período largo de tiempo es posible. Un especialista de la Universidad de Harvard declaró a la cadena de noticias CNN que “cuando se acabe el petróleo en Medio Oriente es más que probable que haya un alto el fuego estable y duradero”. “Si bien últimamente no se escucha tanta teoría de que la presencia militar de Occidente responde a una estrategia para mantener el flujo de petróleo hacia Europa y Estados Unidos, hay motivos para sospechar que cuando las fuentes de combustible se desplacen a otra parte del planeta, los árabes se van a tranquilizar un poco”, sostuvo.

Un colega de la Universidad de Cambridge aseguró, por su parte, que la conflictividad en la región seguramente será “bastante menos intensa” si las potencias occidentales reducen su dependencia de los hidrocarburos. Si bien opinó que “va a seguir habiendo enfrentamientos armados durante mucho tiempo más”, también auguró que en ese caso “a nadie le va a importar”.