El debate en general de la Rendición de Cuentas en la Cámara de Senadores fue prácticamente un calco de la discusión en Diputados; el tono distinto lo pusieron el llanto contenido de la frenteamplista Lucía Topolansky, los gritos y golpes en la mesa del nacionalista Luis Alberto Heber y las acotaciones literarias del colorado Pedro Bordaberry, que citó a Cervantes y le recomendó al vicepresidente Raúl Sendic que leyera El hombre que calculaba, de Malba Tahan.
Hubo algunas referencias a artículos de la Rendición, como la del senador colorado José Amorín Batlle, quien calificó de “saña ideológica” la reducción de exoneraciones impositivas a las universidades privadas. Pero en general, como no se discutía ningún artículo del proyecto de ley en particular, las baterías argumentativas de la oposición se centraron en tres conceptos: el Frente Amplio (FA) le mintió a la ciudadanía en la campaña electoral; aplicó un ajuste fiscal para pagar su imprevisión y la “fiesta de las empresas públicas”; y el gobierno fracasó en la gestión en materia de seguridad y de educación.
Sobre lo primero, Bordaberry aseguró que el FA “le mintió en la cara a todo el pueblo uruguayo en la elección” al decir que no aumentaría los impuestos, y los ciudadanos “lamentablemente les creyeron” a los líderes políticos de la izquierda. El nacionalista Jorge Larrañaga sostuvo que las promesas electorales se hicieron “a sabiendas” de la situación económica en la que estaba el país.
“No hay ni habrá intencionalidad de ocultar la realidad”, argumentó el frenteamplista Marcos Otheguy, y dijo que las previsiones del gobierno, que luego se mostraron equivocadas, estaban en su momento alineadas con las de organismos internacionales. Tanto Heber como Bordaberry desestimaron que el equipo económico no haya podido proyectar correctamente la situación, y recordaron que tanto en campaña como durante la discusión del Presupuesto se le advirtió al equipo económico sobre la realidad que se venía. “Era un presupuesto virtual, y Astori lo sabía”, sentenció Heber.
Otheguy sostuvo que el actual ajuste fiscal no es como el de gobiernos anteriores, y Heber le retrucó que se trata de un “ajuste machazo”, aunque el FA fue “creativo” para “disfrazarlo” al llamarle “consolidación fiscal”. El frenteamplista Rafael Michelini le objetó que usara ese término asociado con lo masculino para referirse a un ajuste fiscal importante o fuerte, y Bordaberry salió en defensa de Heber argumentando que como el ajuste era masculino en términos morfológicos, entonces era “machazo” y no “hembraza”.
Sobre el aumento de impuestos, Bordaberry cuestionó que se grave a los trabajadores y a los jubilados “para financiar la fiesta que se dieron en estos últimos cinco años en las empresas públicas”. Pidió que a partir de enero de 2018 las medidas impositivas establecidas en la Rendición queden sin efecto, ya que el equipo económico sostiene que la situación va a mejorar. “No vamos a votar más impuestos al pueblo uruguayo. No vamos a convalidar con nuestro voto la irresponsabilidad del gobierno en el manejo de las finanzas públicas”, sostuvo Larrañaga, y cuestionó que se grave a los trabajadores mientras “el gran capital sigue invicto”. “El Frente y el gobierno se quedaron sin progresismo”, “la velita progresista se apagó”, afirmó. Aseguró que el gobierno del FA puso “un estadio Centenario repleto de funcionarios” e hizo “una suerte de colonización del Estado”.
En materia de gestión, se debatió largamente sobre educación y seguridad. Heber dijo que la situación actual en materia de seguridad se debe a la ley de humanización del sistema carcelario, implementada en el primer gobierno del FA; la senadora oficialista Daniela Payssé le recordó que el nacionalista Álvaro Garcé, referente en materia de seguridad de ese partido, estuvo de acuerdo con esa ley.
Heber sostuvo que el FA está “rendido”, que “no tiene proyecto político” y que “hay que ayudarlos a terminar”. “Váyanse”, les espetó a los legisladores frenteamplistas, luego de leer algunos indicadores en materia de educación de Uruguay en comparación con países de la región. Topolanksy le contestó cuestionando que hay “cosas que no se pueden dejar pasar”, pidió no analizar el tema sólo con “fríos numeritos” y dijo que les preguntaran a los estudiantes de Tacuarembó qué pensaban de la educación, tras lo cual se emocionó y tuvo que contener el llanto. “Acá se dijo ‘hay que ayudarlos a terminar’. Espero que a nadie se le esté pasando por la cabeza que en Uruguay pueda pasar lo de Brasil y lo de Paraguay”, intercedió Michelini. Heber le respondió: “Nunca se me va a pasar por la cabeza poner en riesgo institucional al país”.
Luego de debatir durante todo el día, antes de votar, Otheguy concluyó su informe repitiendo que “hay cosas” que no se pueden “dejar pasar”. “Acá se dijo que el proyecto del FA se rindió y que estábamos en retirada. Quisieron hacernos rendir el fascismo y la dictadura y no pudieron. Menos lo va a poder hacer un discurso, por más florido que sea”, expresó, y fue vivado por algunos de sus compañeros. La Rendición de Cuentas fue aprobada sólo con los votos del FA y el Senado pasó a cuarto intermedio hasta hoy a las 10.00, ocasión en la que comenzará el tratamiento en particular del articulado.