La alianza es entre la lista 575, que surgió en las elecciones de 2011, y la otra conocida como “RUC”, cuyo apodo alude a la larguísima cifra que suele caracterizarla. El número de lista -de 12 cifras- con que se presentarán ambas corrientes en las elecciones, previstas para la última semana de abril, seguirá haciendo honor a ese apodo: 319575810999. “El cambio es el eje motor, junto a la independencia de clase y la democracia sindical”, dijo Alejandro Gómez, uno de los referentes de la RUC, a la diaria.
Para este dirigente, la nueva alianza en la banca oficial permite un “aglomerado bastante bueno, para una alternativa que se propone cambiar el sindicato”.
El sindicalista agregó que bregarán por una “lucha por la defensa de los bancos oficiales, en contra de las privatizaciones y de los cierres como los que ha habido en el Banco República”. Además, agregó, se busca un “salario único y un convenio único para toda la banca, donde el piso sea equivalente a un porcentaje de la canasta familiar, ya sea para las financieras como para los bancos”.
Otra lucha que se proponen dar es en contra de las corresponsalías, “el gran embate para los bancos públicos, que implica llevar a manos privadas el negocio bancario”. Se refiere, por ejemplo, a “las redes de cobranza, que pasan a hacer un porcentaje muy importante de la tarea bancaria”. Actualmente, la RUC tiene dos de los 11 integrantes del Consejo de Banca Oficial y uno de los 11 del Consejo Central de AEBU. A su vez, la 575 tiene un consejero en la Banca Oficial.
Tiempos electorales
Dante Romero, integrante del Consejo Central y dirigente de la lista 17 (Partido Comunista y aliados), dijo que esta nueva alianza empezó a hacer campaña anticipadamente, en octubre, “cuando estábamos en pleno proceso de discusión de la asamblea nacional de delegados”, una instancia estatutaria anual del sindicato en la que se hace un balance de lo actuado en el año y se abordan las líneas programáticas para el año siguiente.
El Consejo Central aprobó un documento con el voto de diez de sus 11 integrantes (sólo se opuso el representante de la RUC), que tenía que ser estudiado por las asambleas de circunscripciones de todo el país, antes de la asamblea nacional de delegados. Ese documento reafirmaba las resoluciones del Congreso del PIT-CNT, con “independencia de clase pero sin prescindencia del movimiento político que vive el país”, resumió. Cuando este documento fue estudiado por las asambleas de circunscripciones, la nueva alianza “compareció sin ideas y con un volante con propaganda electoral”, aseguró Romero.
Por el contrario, Matías Arbizú, integrante del Consejo de Banca Oficial por la lista 575, explicó que lo que se hizo fue “dar una visión de lo que estaba sucediendo, identificando las diferencias que teníamos, presentándonos como la coordinación que somos”.
Romero no sólo marcó diferencias con la lista conocida como RUC, sino que señaló también las distancias que tienen con la 98, a la que le cuestiona que, en la banca oficial, comenzó una campaña “atribuyéndose muchos logros” que, en los hechos, debieron ser votados en conjunto con su lista. “No son logros de la 98, que no tiene mayoría, sino de todo el sindicato”.
Sostuvo que, en cambio, en la banca privada las diferencias se agudizan. “Ambos apostamos a la negociación, con el respaldo de la movilización, pero hay diferencias tácticas y metodológicas, y en el sector privado es donde está más claro”, dijo. Allí, la 98 tiene nueve de los 11 consejeros, pero, según dijo Romero, seis responden a una fracción del oficialismo y los otros tres a otra. Aseguró que esos seis son los que toman todas las decisiones, incluso “conversando con las empresas sobre determinados lineamientos que no coinciden con lo que se habla en las comisiones representativas”.
La lista 17 cuenta con dos representantes en el Consejo Central, dos en Banca Oficial y uno en Banca Privada.
Respuestas
Gonzalo Pérez, presidente de Banca Oficial y uno de los referentes de la 98, contestó los cuestionamientos de Romero y dijo que esta agrupación “estuvo en la elaboración y la votación de todos los convenios colectivos en ese sector desde 1991 a la fecha, aun cuando no éramos mayoría”.
Por el contrario, aseguró que la lista conocida como RUC no votó ningún convenio. “Creo que tienen una visión de que cuanto peor, mejor”, aseguró.
La lista 98 tiene cuatro lugares en Banca Oficial, nueve en Banca Privada y seis en el Consejo Central del sindicato.
Pérez tampoco ocultó las “diferentes vertientes” que coexisten en su agrupación, que están presentes “desde el momento en que se creó”. La integración de la agrupación, explicó, “viene de partidos que están dentro del Frente Amplio y de compañeros que integraron las secretarías de Asuntos Sociales del Partido Nacional y del Partido Colorado”, desde el comienzo. Pero aunque en la 98 existen esas “diferentes vertientes”, en las discusiones internas “se busca que con esos aportes se llegue a una síntesis como agrupación”, de tal forma que “a la hora de pararse frente a un tema hay una visión única”, aseguró.
Según Pérez, uno de los principales debates que el sindicato deberá encarar está previsto para después de las elecciones, cuando se reúna un congreso nacional del sistema financiero para discutir las transformaciones que atraviesa el sector: “En la asamblea de delegados decidimos darnos un tiempo y dejar pasar las elecciones, para que no contaminen esta discusión”.
Esa decisión, sin embargo, no contó con el apoyo de la lista RUC. El dirigente explicó que mientras algunos quieren “proceder a rechazar las transformaciones e intentar ponerles obstáculos”, pasando por alto el hecho de que “es imposible” evitar “la transformación de los hábitos de los clientes de los bancos”, la lista 98 propone plantear el tema en una mesa de diálogo integrada también por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Economía y Finanzas, “para que esto se discuta con el sindicato”.