El martes 10 la temperatura de Florida bajó de los 24º que hubo en las primeras horas de la tarde a los casi 15º del anochecer. Nicolás sintió frío; había salido temprano de su casa -que queda a dos kilómetros de Casupá, por el camino El Amarillo-; había ido al pueblo en bicicleta a cortarse el pelo y, pensando que iba y volvía en un periquete, no llevó abrigo. Pero llegó y la peluquería estaba cerrada. Cuando volvía, se encontró con unos amigos y se quedó tomando mate. Al rato, el vientito se empezó a sentir. Nicolás le pidió a su hermano, que vive en su casa y venía también al pueblo, que le trajera una camperita, pero la que le llevó no le gustó o no le sirvió, así que decidió ir él a buscar una en la moto de uno de los gurises. Salió para su casa, pero no llegó. Nicolás está internado en el Hospital de Florida por múltiples golpes y fracturas y daños en el bazo. Estuvo en el CTI y en cuidados intermedios hasta ayer, cuando lo pasaron a sala y pudo testificar ante la Justicia. No recuerda qué pasó después del golpe: en el camino se cruzó con una camioneta blanca Geely que lo encandiló con las luces largas. Él le hizo señas para que bajara, pero no. Muy por el contrario, el tipo se cruzó de senda y lo atropelló. El chofer era el tercer edil suplente de Isabel Moreira, el nacionalista Alejandro Bauer. Este lunes la jueza subrogante Isabel Bele tomará su declaración y la de dos testigos.

Nicolás, jugador del club Estrella América e integrante de la selección sub 18 de Casupá, quedó desparramado en el medio del camino El Amarillo. Bauer prendió las balizas del auto y dio marcha atrás; se bajó, subió al chiquilín, lo arrimó hasta la casa -que estaba a medio kilómetro más o menos-, y se fue a comprar cigarros al pueblo. A la vuelta pasó a ver cómo estaba, pero Nicolás ya no estaba: los vecinos y la abuela, que habían visto todo lo que pasó, alertaron a su padre, Fernando Camejo. Él y su esposa, Jeanne Terzieff, salieron zumbando desde su casa en el pueblo rumbo al campo, llegaron a la casa de Diego y Nicolás, y se encontraron con un Nicolás moribundo, que había dejado charquitos de sangre en el sillón, el baño y el piso. Como pudieron, lo llevaron a la comisaría: en Casupá la policlínica cierra de noche; necesitaban que les dijeran qué hacer. Los policías llamaron a un médico para que los esperara en la policlínica privada, Comef. Allí le limpiaron las heridas y el médico les dijo que tenían que trasladarlo de forma urgente al Hospital de Florida, pero no podían esperar la ambulancia de Salud Pública, que demoraba una hora, y sin enfermero tampoco podían hacer el traslado particular, así que Fernando y Jeanne llamaron a una enfermera que trabaja para Comef y le pidieron por favor que fuera, y ella sí corrió. Se subieron los cinco a la camioneta y arrancaron con Nicolás. El gurí estaba blanco: tenía 80/40 mmHg de presión. Llegaron cerca de las 11.00, y derechito al CTI. “Dos minutos después y se moría”, aseguró Jeanne.

Mientras tanto, en Casupá, Bauer estaba rodeado de policías. Después de comprar los cigarros, el edil volvió a la casa de Nicolás y se encontró con la abuela y con Diego. La abuela vive a 100 metros de donde ocurrió el accidente, y aunque no se animó a correr hacia la oscuridad enseguida de haber escuchado el estruendo, caminó unos metros hasta encontrarse con un vecino que le dijo que el atropellado era su nieto menor. Ahí sí: agarró la bicicleta y salió como loca a corretear el auto. Diego, que estaba en el pueblo, se dio cuenta de que algo andaba mal cuando vio pasar “hecha un vapor”, como dice Jeanne, la camioneta del padre, y poquito después a la Policía. Instintivamente salió rapidazo rumbo a la casa. “¿Qué hiciste?”, le preguntó Diego. “Fue sin querer”, atinó a contestar Bauer. Volvió a subirse a su 4x4 y se dirigió a Comef. Mientras curaban a Nicolás, Fernando y Jeanne esperaban novedades junto a varios policías. Bauer no entendía nada. Le pidieron que fuera a la comisaría porque, por regla, le tenían que hacer la espirometría, y no tenían ningún aparatito allí. Entonces volvió a subirse a su camioneta y fue a la seccional. La espirometría dio 0,60. Le sacaron la libreta de conducir; fue la segunda vez por la misma causa: conducir alcoholizado.

Al día siguiente, Jeanne recibió un mensaje suyo en el que le pedía disculpas, aseguraba lamentar lo sucedido y explicaba: “No sabía dónde vivía ni que era hijo de Fernando. Como él me indicó perfecto cómo llegar lo vi lúcido, así que lo acompañé hasta la puerta y le pegunté si necesitaba algo”. Jeanne está “indignada”: “No sé si Nicolás de verdad le habrá dicho cómo llegar. Sé que él sí sabía dónde vivía”.

Politik kills

El presidente de la bancada de ediles del Partido Nacional, José Luis Maidana, dijo al programa Exitorama, de la radio CW33 de Florida, que “en primera instancia” lo que hizo su partido fue “dar apoyo a la familia del joven”: “La prioridad era esa y no hacer un circo, de ese problema hacer un tema político”. Por otro lado, dijo que se esperará el fallo judicial para tomar medidas políticas: “Pienso, o estoy casi seguro, que este señor estará esperando pasar esto, y sólo va a presentar la renuncia”.