La sala de espera de la emergencia de la maternidad del Centro Hospitalario Pereira Rossell tiene ahora en una de sus paredes un mural: en el centro se ve a una mujer embarazada en actitud de cuidar a su bebé, y al mirarlo más de cerca se puede ver que la mujer está esparciéndose repelente. La obra fue realizada por artistas urbanos que hicieron los últimos retoques el viernes, a primera hora de la tarde, mientras las autoridades sanitarias daban una conferencia de prensa para lanzar la campaña 2017 de combate del mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue, chikungunya y zika. El mural fue hecho con pinturas repelentes -tienen insecticida, además de bactericida y antihongos-, con las que se está pintando todo el centro hospitalario.

El lugar elegido para lanzar la campaña no fue casual: “Es la principal y más grande maternidad que tiene nuestro país”, recalcó el ministro de Salud, Jorge Basso. El énfasis de la campaña está puesto en el especial cuidado que deben tener las mujeres embarazadas, debido a la constatación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de casos de microcefalia en recién nacidos, asociada a la presencia del virus del zika durante el embarazo. El ministro recomendó que las embarazadas no viajen a zonas donde esté instalado el virus. “Postérguenlo. No tenemos forma de asegurarnos de que no se generen problemas”, aconsejó. Extendió el pedido de precaución para quienes estén pensando en tener un hijo, porque el virus del zika es de transmisión sexual: “Aquellas personas que estén pensando en tener un bebé, sepan que si van a una zona donde están consolidadas estas enfermedades, después es conveniente usar preservativos durante un tiempo; se estima que por un plazo de seis meses”, detalló.

Recordó que además de las afecciones en recién nacidos, la OMS informa sobre las afecciones en poblaciones de adultos “con una patología que se llama Guillain Barré, que es una neuropatía que genera secuelas neurológicas. Quiere decir que a las consecuencias que tenían el dengue y la [fiebre] chikungunya se agregan estas afecciones”, señaló.

Pero el peligro no está sólo en el exterior. “El virus está circulando”, aseguró Basso. Dijo que está arribando a Uruguay gran cantidad de turistas extranjeros, y que en el sur de Brasil ya hay casos identificados. “Estamos ingresando en la zona de peligro, diríamos en la zona roja: estos meses del año en los que vamos a estar sometidos a la circulación del virus, con una mayor densidad de mosquitos Aedes aegypti”, dada por la combinación de lluvias y calor.

El jerarca aseguró que, con las cifras reportadas hasta el viernes, en lo que va de este verano no ha habido casos autóctonos de ninguno de los tres virus. “Hemos tenido una veintena de casos, que fueron estudiados y dieron negativo”, dijo, en alusión a los casos autóctonos. Comentó que la sintomatología es muy inespecífica, que suele presentarse con cuadros febriles, dolores musculares y articulares, pero también puede darse de manera asintomática y que, por eso, “los equipos de salud están atentos a hacer las denuncias correspondientes para efectuar los estudios, que van pasando por distintos niveles de control”. Enumeró que hay “una veintena de casos de dengue importados” y uno de chikungunya. Hasta ahora no se han identificado casos de zika importados, “pero seguramente los vamos a tener en los próximos meses”, y eso podría generar las condiciones que faciliten la aparición de casos autóctonos. “Todo depende de la conducta ciudadana”, afirmó, e insistió en que “no hay fórmulas mágicas, no hay vacunas, no hay medicamentos”: lo más eficaz es evitar la proliferación del mosquito y protegerse de las picaduras.

Basso aclaró que los espejos de agua y las canaletas no son lugares de proliferación; “básicamente, aparece en recipientes que quedan en el entorno de nuestro domicilio”, puesto que es en las paredes rígidas de los recipientes donde el mosquito coloca los huevos. Señaló la responsabilidad de cada uno de evitar tener recipientes con agua. Las recomendaciones son, además, y como es sabido, usar repelente, mosquiteros y cubrirse lo más posible a primeras horas de la mañana y al caer la tarde, que es cuando pica este mosquito, que no vuela más que un metro o metro y medio de altura.