Ante la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender la entrada de refugiados y la llegada de inmigrantes musulmanes, el Consulado General de Uruguay en Nueva York emitió un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) dirigido “a los compatriotas residentes” en Estados Unidos, en el que se reconoce “el derecho de las personas a migrar, circular, residir y retornar a su país de origen”.

“La vinculación con nuestros nacionales en el exterior ha sido, es y será una política pública en permanente construcción, prioritaria para el Estado y para el Ministerio de Relaciones Exteriores”, dice el mensaje, e indica que esta consiste en “acercar e integrar” a aquellos que, por el motivo que fuera, “han decidido continuar sus vidas fuera del país y residen en el exterior, independientemente del tiempo y el lugar”. En la nota se afirma que unos 70.000 uruguayos residen en Estados Unidos, concentrados en estados de Florida, Nueva Jersey, Nueva York, California, Texas, Georgia, Utah, Massachusetts, Carolina del Norte y Carolina del Sur. “Estos compatriotas de primera y segunda generación se encuentran viviendo en territorio norteamericano desde hace varios años y han adquirido una nueva cultura, costumbres, hábitos y formas de vida”, prosigue la nota, que afirma que la presencia uruguaya en ese país “se caracteriza por un alto nivel de integración, formada por hombres y mujeres de trabajo, emprendedores y educados”, que de forma independiente a su situación migratoria, “forman parte activa de la comunidad que generosamente les ha brindado acogida, sin perjuicio de lo cual continúan perteneciendo y sintiendo la cultura, identidad y orgullo de ser uruguayos”.

En otro orden, el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración, Carlos Álvarez, también emitió un comunicado, en el que señaló los reparos de varios países latinoamericanos a la decisión de Trump de levantar un muro en la frontera entre su país y México. “Toda política que signifique una agresión hacia cualquiera de nuestras naciones por parte de un país, o como en este caso, de una potencia extrarregional, debe ser contestada desde un sentido de pertenencia y solidaridad latinoamericana aparte”, indicó, agregando que desde una visión regional la respuesta “más contundente, superadora y activa” debería ser “poner en marcha una voluntad política común hacia la configuración de un Acuerdo Económico Comercial Integral Latinoamericano”.

En el ámbito sindical, la Federación Uruguaya de la Salud, que reúne a más de 30.000 trabajadores no médicos de la salud privada, emitió un comunicado en el que calificó el “tono” de las decisiones tomadas en los últimos días de “belicista, xenófobo y racista”. Asimismo, expresó su “plena solidaridad” con los “pueblos hermanos” y convocó a los trabajadores de nuestro continente a “generar acciones comunes para enfrentar esta verdadera amenaza para la paz que son acciones planteadas por la actual administración norteamericana”.