El día (in)esperado finalmente llegó. Ayer partieron rumbo a la Antártida los dos grupos que ganaron el concurso Primera Expedición Científica Antártica Estudiantil, lanzado a mediados de 2016 por la Administración Nacional de Educación Pública y el Instituto Antártico Uruguayo. Los ganadores del concurso, en la categoría “polluelos” -escolares de quinto y sexto año- y “juveniles” -de ciclo básico de enseñanza media- son los que partieron ayer.
Los escolares son Yéssica Machado, Marcos Gómez y Tomás Núñez, que el año pasado cursaron sexto en la escuela Nº 65 de Treinta y Tres y que viajarán acompañados por la maestra, Ángela Seijas, que es tutora del grupo de investigación. Los olimareños conformaron el equipo Yematoan y fueron premiados por su propuesta “Antártida, ¿un continente silencioso?”. De acuerdo a lo que contó la maestra días atrás a la diaria, el objetivo del trabajo es armar una cartografía de la base Artigas a partir del registro de sonidos naturales -animales, deshielos, vientos- y antropogénicos. “Vamos a investigar, grabar sonidos para el mapa sonoro, y a disfrutar”, sintetizó ayer, en diálogo con Radio Uruguay, Marcos Machado. El desafío es importante. La maestra contó a esa radio que los niños “empezaron muy motivados con la idea de averiguar si la Antártida era silenciosa”. Ellos tenían idea de que había mucho ruido, pero una docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República que había ido a la Antártida les dijo que en realidad “lo que asombra de la Antártida es el silencio”. Pasada la decepción decidieron seguir adelante e investigar ellos mismos.
Las Rompehielos es el equipo ganador por la categoría juvenil. Lo integran Martina Fernández y Lucila Hernández, del liceo Nº 2 de San José, que viajan con la docente Karina Pintos para desarrollar la propuesta “Influencia de la Antártida en los adolescentes”. El 6 de octubre, cuando se presentaron en Montevideo los ganadores del concurso, Martina y Lucila contaron en qué consiste su proyecto. Expresaron que vieron que “el Tratado Antártico permite que todos los países que están allí puedan convivir de forma pacífica después de la cooperación y que puedan conservar el ecosistema lo más natural posible”. Su razonamiento fue: “¿Por qué los países pueden convivir pacíficamente dentro de la Antártida y no fuera de ella? Si las personas, más específicamente las adolescentes, entendieran esta realidad, ¿harían algo o la creerían posible fuera de ella?”. Su hipótesis partió de una metodología experimental y aplicaron una encuesta a adolescentes. “Concluimos que es posible lograr una convivencia pacífica con la información que les podemos apuntar a los adolescentes, incluyendo los valores que les queremos dar”, dijeron en aquel momento. Por ahí irá su investigación.
Las propuestas fueron seleccionadas entre 78 proyectos presentados a este primer concurso.
Los viajeros partieron ayer a las 10.00, y horas después cumplían con la escala en Punta Arenas (Chile), desde donde tomaron el C130 Hércules. “Estamos en Punta Arenas, Chile. Ha sido un viaje largo pero disfrutable. En el aeropuerto nos entrevistaron, así que ¡estén atentos a los canales uruguayos! En el viaje conocimos a los integrantes del equipo Yematoan, de la escuela de Treinta y Tres, ¡¡son unos chicos geniales!! También conversamos con los demás tripulantes ¡y hasta incluso los pilotos nos dejaron ver la cabina del avión! Ahora estamos en el hotel y mañana temprano viajaremos al continente blanco, ¡¡¡al que ya queremos conocer!!!”, escribieron ayer de tardecita las adolescentes.