Las autoridades del gobierno hicieron ayer una pausa en su receso veraniego para firmar, en el Palacio Santos, un convenio de seguridad social acordado el año pasado con Estados Unidos (EEUU). En el acto participaron el ministro interino de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Kelly Keiderling. La diplomática destacó el papel que jugaron para la concreción del acuerdo el ex presidente José Mujica y Murro, “quienes hace unos años impulsaron esta idea, en una visita al presidente [Barack] Obama” en 2014. Ambas partes resaltaron también la celeridad con la que se logró el acuerdo, que fue negociado en dos años por los organismos de seguridad social de ambos países.

Cancela señaló que se trata del tercer acuerdo que Estados Unidos firma con un país de América Latina, lo que calificó de “una muestra más de los estrechos lazos de cooperación y de amistad que unen a los dos países”. Aseguró que Uruguay tiene una política de Estado en materia de firma de acuerdos en seguridad social, inscripta “en una de las mejores tradiciones del país de construcción de la seguridad social desde muy temprano”. En el mismo sentido, Murro recordó que Uruguay ha firmado tratados bilaterales de este tipo con cerca de 30 países, entre ellos casi toda América del Sur, casi toda Europa y Canadá, y además forma parte de convenios multilaterales a nivel iberoamericano y del Mercosur. Esto significa “protección para los trabajadores y sus familias, pero también promueve el intercambio de conocimiento, el comercio, las inversiones”, sostuvo Murro. Anunció que la semana próxima se firmará un acuerdo similar con Luxemburgo.

La embajadora de Estados Unidos destacó que el convenio permitirá “sincronizar los beneficios para nuestros trabajadores, cosa que antes no hacíamos”. Actualmente, los trabajadores uruguayos y estadounidenses deben realizar, por los mismos ingresos, un doble aporte: en su país de origen y en el país en que trabajan. “Esta firma facilitará que no tengan que pagar un doble aporte, y también que se sumen juntos todos los años trabajados en ambos países y que sobre esa suma se dé el aporte de la seguridad social a los trabajadores que estén listos para jubilarse”, explicó. Agregó que esta eliminación del doble aporte también tendrá un impacto sobre las empresas y las organizaciones académicas y científicas que tienen trabajadores en ambos países, y que deben realizar dobles aportes por el mismo trabajo.

Al mismo tiempo, el acuerdo permitirá contabilizar los años de trabajo en uno y otro país a la hora de calcular la jubilación. Esta disposición “beneficia a las personas que ahora tienen años trabajados en un país y en otro y que no les alcanzan [por separado] para llegar a una jubilación, pero que sumados sí les alcanzan”, apuntó Murro.

Por otra parte, el ministro de Trabajo y Seguridad Social indicó que el convenio con Estados Unidos introduce una innovación respecto de los acuerdos que Uruguay tiene con otros países. El traslado temporario de personal especializado de un país al otro, que en otros convenios se permite por dos años, en este se habilita por cinco, previa autorización del Banco de Previsión Social o de la Administración de Seguridad Social de Estados Unidos, según corresponda. En estos casos, la persona continúa aportando a la seguridad social en su país de origen. “Eso favorece el intercambio de conocimiento, de especialización, de inversiones”, afirmó Murro.

El convenio tiene efectos retroactivos; una vez que sea aprobado por los parlamentos de ambos países -en Estados Unidos puede aprobarse de forma ficta si el Legislativo no se pronuncia luego de determinada cantidad de sesiones- y entre en vigencia, beneficiará a todos los trabajadores activos, a quienes se les contabilizarán también los años que hayan trabajado cuando el convenio no estaba vigente. Keiderling estimó que el acuerdo beneficiará en los próximos siete años a cerca de 1.500 trabajadores uruguayos y estadounidenses, que son los que se encuentran en edad de jubilarse en ese período. En Estados Unidos trabajan aproximadamente 50.000 uruguayos, y en Uruguay, cerca de 5.000 estadounidenses.

Prevención de conflictos

Murro fue consultado por la prensa sobre las cifras divulgadas el lunes por el Instituto Nacional de Estadística, que indican que el desempleo aumentó 0,6% entre noviembre y octubre. El ministro consideró que ha habido altibajos en los números y que los fenómenos de empleo y desempleo deben analizarse a largo plazo. Afirmó que hay que “seguir mejorando” los indicadores pero que la actual tasa de desempleo es “razonable para el país”. Además, destacó que durante 12 años seguidos las pasividades aumentaron más que la inflación, que se logró 95% de acuerdos en los Consejos de Salarios y que este año cerrará con una nueva mejora del salario real.

Por otra parte, consultado sobre un eventual pedido de la empresa finlandesa UPM, según trascendió en la prensa, de que el gobierno le garantice que no habrá conflictividad laboral en la instalación de su segunda planta de celulosa, Murro se limitó a señalar que con la empresa se está “trabajando muy bien” y que Uruguay ha avanzado en incorporar a los convenios colectivos cláusulas de prevención de conflictos, por ejemplo en el sector de la construcción. “Ese es el camino que Uruguay debe seguir transitando”, manifestó.