La temporada estival ya comenzó y buena parte pudo haber tomado sol de manera impropia. Igual, siempre se está a tiempo de modificar conductas, y a eso apuntó ayer el Ministerio de Salud en una conferencia de prensa sobre las medidas de prevención y cuidados de la piel en la temporada de verano. El cáncer de piel es, en términos cuantitativos, el más importante entre la población de Uruguay, dijo el ministro Jorge Basso. Los detalles sobre la incidencia los dio Miguel Martínez, director de la Clínica de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Anualmente, hay en Uruguay un promedio de 2.255 nuevos casos de cáncer de piel, una cifra que supera la incidencia del cáncer de mama, el de colon-recto (1.800 nuevos casos por año cada uno) y el de próstata (1.400). Pero, a diferencia de esos otros tipos de cáncer, el de piel no lleva a una gran mortalidad, aclaró Martínez. Aun así, se registran muertes por esta causa: en Uruguay muere un promedio de dos personas por semana por cáncer de piel. Martínez insistió en la responsabilidad de cada persona de cuidarse, y, fundamentalmente, señaló la responsabilidad de los adultos de proteger y cuidar a los niños. Por dos motivos: 80% de los casos de cáncer de piel se originan entre los diez y los 20 años de edad, y quienes fueron fotoprotegidos en su infancia y adolescencia tienen 78% menos probabilidades de tener cáncer de piel. Además del daño directo, Martínez aludió a la educación, puesto que es importante que los niños y adolescentes se acostumbren a respetar el horario de exposición al sol y los cuidados que deben tenerse para que tomar sol sea saludable en lugar de nocivo.

El dermatólogo aclaró que la irradiación solar es necesaria -y placentera-, pero acotó que no debe hacerse “de forma exagerada, indiscriminada”. Reiteró las recomendaciones de no exponerse al sol entre las 11.00 y las 16.00, puesto que es el horario en que se concentran en mayor medida los rayos ultravioletas. En eso también insistió el ministro, que se lamentó de que es la hora en que se ve a más personas tomando sol. Además de no exponerse a irradiaciones durante esas horas, se aconseja ponerse a la sombra, usar sombrero de ala ancha, ropas de trama cerrada y de color oscuro que impidan el ingreso de rayos solares, y usar lentes oscuros con protección contra los rayos ultravioletas. Martínez comentó que “es más peligroso usar lentes oscuros sin protección UV que no usar nada, porque en la oscuridad se dilatan las pupilas y, como consecuencia de esa dilatación, si no hay protección, entra mucho más luz, lo que puede generar cataratas e incluso el melanoma a nivel ocular”.

Aclaró que la protección no pasa exclusivamente por el uso de filtro solar, sino por todas esas acciones en conjunto. Respecto de los filtros recomendó protegerse contra los rayos ultravioletas A y B, y pidió tener cuidado porque algunos sólo contienen protección contra uno de los dos, y la persona se confía al usarlos, ya que piensa que tiene una protección total. Por otra parte, pidió ser cuidadosos, porque con el protector solar soportamos mayor tiempo de exposición, con lo que el riesgo termina siendo mayor. Catalogó como buenos los trajes de surf que usan muchos niños, porque, además de proteger, se los acostumbra a no soportar el sol.

En las décadas de 1920 y 1930, Coco Chanel impuso la moda del bronceado, historió Martínez. Hasta ese momento la blancura era sinónimo de aristocracia, mientras que la piel tostada se relacionaba con la de los trabajadores expuestos al sol. De la mano de la diseñadora francesa, el bronceado de la playa pasó a ser un indicador de que la persona se había tomado vacaciones, ya que había podido costearlas, lo que daba una idea de su estatus social, señaló el docente. Pronto en el mundo y en Uruguay se instaló esa idea, y en el orbe entero el cáncer de piel es el más frecuente. Martínez señaló que, además, en Uruguay está muy arraigada la costumbre de tomar sol. Tanto Basso como Martínez señalaron que el país tiene muy buenos registros de los diferentes tipos de cáncer, y comentaron que las estadísticas muchas veces no son comparables con las de otros países, en los que hay subregistro. De todos modos, la línea de crecimiento del cáncer en el país indica un crecimiento exponencial, graficó Martínez. Relacionó los aumentos con la mayor exposición al sol.

Los casos más preocupantes son los de melanoma, un cáncer que se origina en cierto tipo de células en la piel. Martínez comentó que la mayor cantidad de casos nuevos de melanoma se reportan en adultos jóvenes, y que “es la única forma de cáncer que se reporta de esa manera en el adulto joven”. Por eso insistió en la protección de niños y adolescentes, porque a esa edad se producen las transformaciones celulares que pueden llevar a estas formas de cáncer. Agregó que “cada vez tenemos más jóvenes, recibimos chicos de 15, 17 años con melanoma ya constituido; esto de alguna manera nos habla de una predisposición, pero también de los hábitos que rodean a esa predisposición”. Tratados a tiempo, la mayor parte de los casos de cáncer de piel son curables.