El FA discutirá a mediados de año, por primera vez, una Rendición de Cuentas sin contar con mayoría parlamentaria. El Partido Nacional y el Partido Colorado, aliados tradicionales en el balotaje contra el FA, no parecen ser opciones a las que la coalición de izquierda pueda recurrir para conseguir el voto 50. Quedaba la alternativa de los dos partidos minoritarios, Unidad Popular (UP) y el Partido Independiente (PI), pero declaraciones públicas recientes de sus dirigentes parecen echar por tierra esa posibilidad.

El 13 de enero, el diputado de UP Eduardo Rubio dijo en entrevista con Brecha que no es la meta de ese partido ser el voto 50. “Nuestro objetivo es sacar adelante lo que entendemos que es conveniente para la gente, y tratar de frenar con todas nuestras fuerzas las políticas de ajuste que empezaron el año pasado y que van a seguir este año. El FA no fue hacia la izquierda, más bien se inclinó hacia la derecha, por lo que no me genera un panorama demasiado alentador. Los temas donde esté presente la línea económica de [Danilo] Astori y Tabaré Vázquez van a tener los apoyos de la derecha tradicional, no me veo ahí con un voto 50 definiendo nada”, manifestó Rubio, quien votó en contra en general el proyecto de ley presupuestal en 2015 y la Rendición de Cuentas de 2016.

El sábado, en entrevista con El Observador, el senador del PI Pablo Mieres condicionó su voto al relevo de las autoridades del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (Codicen). Mieres sostuvo que está dispuesto a negociar con el oficialismo, siempre y cuando este haga “algo en serio con la educación”. Dijo que en la convocatoria al Parlamento de las autoridades de la educación, que impulsará en marzo, reclamará un cambio de autoridades en el Codicen para “hacer algo en serio en educación”. “Si eso ocurre, yo puedo estar dispuesto a negociar votar una Rendición de Cuentas sobre la base de una transformación educativa”, expresó.

Con este panorama, se refuerza la apuesta inicial del FA de que Gonzalo Mujica sea el voto 50 para la rendición. Gonzalo Mujica dijo a la diaria que no ha tenido contactos con dirigentes del FA por ahora y que llamará al presidente del FA, Javier Miranda -al que calificó de “amigo”- para conversar sobre el tema. “Por supuesto que yo también estoy dispuesto a empezar a conversar sobre la Rendición de Cuentas”, aseguró.

Mujica afirmó que no dará “automáticamente” su voto al proyecto. “Pero soy consciente de que si nadie da el voto y yo tampoco, el país queda en una situación compleja. Aunque tampoco eso me obliga a dar mi voto a cuestiones que son nocivas para el país, por lo tanto voy a intentar explicar mi posición y hacer mis planteos”, señaló el diputado.

En primer lugar, Mujica planteará que no está dispuesto a debatir un aumento de impuestos para financiar más gastos, porque considera que el gasto público no debe crecer. “El gasto público uruguayo es absolutamente rígido, hay más de 95% del gasto presupuestal que está amparado por ley, y por lo tanto no se puede reducir. Pero sí se puede evitar incrementarlo”, apuntó.

En segundo lugar, el diputado electo por el Espacio 609 planteará “redireccionar” las prioridades del FA, hasta ahora centradas en educación, seguridad, salud y políticas sociales en general. “Hace 12 años que el FA ha mantenido las mismas prioridades de asignación de recursos; eso implica que hace 12 años se han mantenido los mismos sectores postergados. Llegó el momento de empezar a cambiar la pisada”, sentenció Mujica. El diputado entiende que la primera prioridad del FA en esta rendición debe ser el gasto en defensa y, en segundo lugar, beneficiar a un sector de los trabajadores activos y pasivos, que son quienes “más aportan al sistema [impositivo]”.

Respecto de las Fuerzas Armadas (FFAA), evaluó que debe mejorarse en general su “capacidad operativa”. Sostuvo que la prioridad debe ser un aumento salarial para los militares activos. “No se puede empezar un debate sobre retiros militares sin revisar los sueldos de los activos [...]. Si generamos una política de desestímulo del ingreso a las FFAA y, al mismo tiempo, a los que están les pagamos poco, es lógico que poco a poco el sistema de retiro se vaya desequilibrando en un sentido del déficit”, valoró. Afirmó que en los últimos años se produjeron “sucesos trágicos que demuestran que Uruguay está al borde del colapso en la capacidad operativa de sus FFAA” y que se necesitan “efectivos mucho mejor pagos y mucho más tecnificados”.

Además, Mujica planteará que se eliminen los topes jubilatorios a los sectores de trabajadores que ganan por encima de la media, quienes “pagan más IRPF [Impuesto a la Renta de las Personas Físicas] como activos, pagan más IASS [Impuesto de Asistencia a la Seguridas Social] como jubilados, y encima les ponen un tope”, cuestionó. Los topes jubilatorios son diferentes según el sistema o la normativa que ampare el retiro; pueden aplicarse a jubilaciones de entre 40.000 y 83.000 pesos. Mujica acotó que si al eliminarse los topes surge que “aparece un sector de jubilados cuyas jubilaciones son muy altas, en todo caso se puede revisar los escalones del IASS”. “Pero no poner un tope totalmente arbitrario”, opinó.

El diputado se mostró confiado en que sus puntos de vista no son “demasiado ajenos a los que tiene mucha gente del FA”, y dijo estar “seguro” de que la comisión del FA conformada para discutir alternativas tributarias llegará a la conclusión de que no hay que subir impuestos.

Desde su alejamiento de la bancada del FA, Mujica conversó varias veces con Javier Miranda y buscará reunirse con él en los próximos días. Además, contó que el ex presidente José Mujica lo invitó a compartir un asado en su chacra para “conversar tranquilos”, algo que “no se ha concretado aún”. “Mi relación personal en general es buena con la enorme mayoría de los frenteamplistas”, afirmó. De todos modos, insistió en que es “independiente” y lo seguirá siendo. “Yo toda la vida tuve vínculos con todos los políticos, de muchos de los cuales, además, soy amigo”, afirmó.

Con los vecinos

Gonzalo Mujica sostuvo que es importante dotar de “capacidad operativa, de disuasión y de inteligencia nacional” a las FFAA, “sobre todo en un contexto como el actual”, en el que “la política exterior uruguaya se va a tener que desvincular de los intereses de los vecinos”. “Eso en términos militares es una hipótesis de conflicto, que no es de guerra, sino de conflicto de intereses”, acotó. Dijo que es necesario que Uruguay se “desvincule de los intereses de los vecinos”, porque si no se va a “enterrar económicamente”. La prueba es la negativa de Argentina y Brasil a que Uruguay firme un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral con China, un acuerdo que Uruguay debe suscribir de cualquier modo, a riesgo de ser expulsado del Mercosur. “Yo no puedo estar supeditando la política económica uruguaya a los intereses del sector automotor en San Pablo o a los intereses del sector sojero en Argentina”, agregó. Concluyó que “nadie se puede imaginar que un país que acepta un TLC con China o que busca un TLC con Estados Unidos no va a tener conflictos de intereses con sus vecinos. Yo quiero FFAA capaces de disuadir, de hacer inteligencia y de defender los intereses nacionales”.