“Consideramos que la situación en Minas Gerais está controlada”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Salud de Brasil, Ricardo Barros. Sin embargo, su cartera confirmó ocho muertes por fiebre amarilla en ese estado. Cuatro son de fiebre amarilla silvestre, y las otras cuatro están en las fases finales del diagnóstico, para descartar que haya sido producida por la propia vacuna, ya que en ocasiones, pocas, puede generar una reacción rara como esta. En los estados de Río de Janeiro y Bahía se está reforzando la vacunación, pero según las autoridades, es una medida de “prevención” en las ciudades de las cercanías de Minas Gerais.

El Ministerio de Salud (MS) de nuestro país estaba evaluando la posibilidad de exigir la vacuna contra la fiebre amarilla a las personas que provengan de las zonas en riesgo, pero, según la información que recibieron desde Brasil, no consideraron conveniente la medida. Jorge Quian, director nacional de Salud, dijo a la diaria que “en principio no aplicaremos la medida, porque el brote está limitado a Minas Gerais”. Las medidas de extender la vacunación a zonas de Río de Janeiro y Bahía son, según Quian, “maniobras de bloqueo del foco”. Para tranquilizar a quienes van a viajar a las zonas costeras, Quian explicó: “Están vacunando en Minas Gerais; ahora lo hacen en su costado sur, que a grandes rasgos es el estado de Río de Janeiro, y en su costado norte, que es Bahía, pero no están vacunando en la ciudad de Río ni en Salvador de Bahía; son más medidas para detener el foco”. En este sentido, el director de Salud dijo: “Vamos a ver lo que pasa, pero lo que más pensamos es que se va a bloquear el foco ahí”.