“La situación es complicada”, dijo a la diaria Ismael Sequeira, dirigente salteño del PIT-CNT y representante de los pescadores artesanales de Salto que hacen su trabajo a lo largo del río Uruguay. “Cuando no había pescado la empresa pagaba el kilo de sábalo entre 17 y 20 pesos; ahora, que apareció el pescado y hay buena pesca, decidieron bajar el precio a 11 pesos. No da ni para cubrir los gastos del combustible”, explicó Sequeira. Los trabajadores decidieron parar y sacaron todas las barcas que tenían desde Fray Bentos río abajo. “No quedó nadie pescando”, aseguró.

Hoy los pescadores se reunirán con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos, dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, para plantear la necesidad de poner un tope mínimo al precio del sábalo. “Es un conflicto que recién empieza”, dijo Sequeira, y advirtió que si no se logra llegar a un acuerdo, aumentarán las manifestaciones.

Los conflictos con esta empresa no son nuevos; en octubre del año pasado los trabajadores sindicalizados de Evamel SA denunciaron ante el PIT-CNT la difícil situación que vive el sector y, en particular, la “persecución gremial” que existe en la empresa del norte del país. En esa ocasión, Carlos Vega, secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y Afines, dijo al portal del PIT-CNT que la empresa había despedido a siete trabajadores “por el simple hecho de haberse afiliado al sindicato”. “No podemos entender que en pleno siglo XXI, y siendo empresas con capitales brasileños, desconozcan la leyes de Uruguay, dejando sin su fuente laboral a compañeros que se quieren afiliar al sindicato”, agregó.

Respecto de la situación del sector, Vega agregó que está atravesando un momento de inseguridad laboral y falta de inversión, que “pone en peligro la fuente laboral de muchas familias». «Ante esta situación, los trabajadores pusimos nuevamente lo poco que podemos hacer: que se congelen los seis meses de bonificación, a fin de contribuir a superar la actual crisis. Nuestra aspiración era que el Poder Ejecutivo tomara otra posición, que no llevara al sacrificio que significa congelar el aporte de la jubilación bonificada, algo que al sindicato le costó más de 20 años de lucha conquistar”.

El propio

Ayer se concretó el esfuerzo de cinco años de los pescadores artesanales salteños: obtuvieron un predio de 35 hectáreas para un proyecto de acuicultura y ecoturismo. Antes de asumir el cargo, el intendente de Salto, Andrés Lima, había prometido al sindicato de la pesca de ese departamento que le cedería un predio. En un comunicado que publicó la Intendencia de Salto en su página de Facebook, se informa que el predio está ubicado sobre la ex ruta 3, en el Parque del Lago, y que con la cesión se apuesta al “desarrollo de la sociedad civil organizada” y se apoya “a los trabajadores salteños con aspiraciones de progreso e ideas innovadoras”.

El representante de los pescadores artesanales salteños, Ismael Sequeira, contó a la diaria que pensaron en un proyecto de estas características porque entienden que están “haciendo uso y abuso de los recursos naturales”, y con esto se “apunta, por un lado, a mantener las reservas naturales, y, por otro, a que los trabajadores puedan seguir viviendo de la pesca”. A su vez, Sequeira dijo que, “como el sector está muy complicado”, también prevén construir cabañas y alquilar embarcaciones para pescar, “otro camino para la reconversión del sector”.