El Tribunal de Apelaciones rechazó un recurso presentado por la Asociación de Servicios de Salud del Estado (ASSE) contra una sentencia que lo obligaba a pagar una indemnización a una empleada. El motivo no fue el contenido del escrito, sino su forma: en sus 11 páginas contenía más de 100 errores en su redacción. Un integrante del directorio de ASSE calificó de “desafortunado” que un profesional que actúa en nombre del organismo tenga conocimientos tan escasos de idioma español, aunque afirmó: “Nuestros contadores tampoco son una luz en materia de matemática”. El fallo que ASSE estaba apelando lo obligaba a pagar centenares de miles de pesos por errores en la liquidación de la funcionaria que hizo la denuncia. Los casos como este son bastante frecuentes en el organismo y generan pérdidas millonarias. Ayer habló el abogado que presentó el escrito, quien respondió con dureza a la sentencia del tribunal, que reza en uno de sus párrafos: “El escrito de apelación presentado en autos resulta absolutamente inentendible, plagado de faltas de ortografía garrafales, errores de sintaxis, de tecleo, excesivo uso de abreviaciones con incoherencias absolutas, con un lenguaje inapropiado”. “Me insultan con palabras que no entiendo”, se quejó el jurista. “¿Qué quiere decir la palabra ‘garrafal’? Ni siquiera pude buscarla en el diccionario, porque es muy complicada y no tengo ni la más mínima idea de cómo se escribe. Y eso de la sintaxis es un disparate. Durante todos mis años de escuela jamás me mandaron a un psicólogo ni a un neurólogo. Y yo terminé el liceo, así que no soy sintáxico ni nada por el estilo”, agregó. Desde la oposición criticaron la presentación del malogrado escrito, aunque reconocieron que en cierto sentido echa por tierra algunos cuestionamientos que se les realizaron a las autoridades de ASSE. “Nosotros denunciamos que el organismo pagó la defensa de funcionarios acusados de corrupción. Pero si la defensa era con estos abogados, más que favorecerlos los hundieron”, aseguró un legislador nacionalista.