El camión tuvo la precaución de parar a más de una cuadra, porque era de ANCAP y llevaba litros de combustible, una sustancia que no se lleva muy bien con el fuego que nacía de las cubiertas amontonadas que dormían sobre el kilómetro 21 de la ruta 8 (Brigadier General Juan Antonio Lavalleja), justo antes de la calle Camino al Paso Hondo, donde se ubica la escuela 157 de Villa García. El humo se hacía más negro y los vecinos se seguían sumando. El calor los abrazaba a todos por igual.

Maximiliano, uno de los primeros en llegar, dijo que cortaron la ruta para reclamar por “seguridad” para el barrio y para la escuela, ya que “hay poco patrullaje”. Señaló que la institución no tiene ni muro, ni tejido, ni ningún tipo de custodia, y que hubo “problemas con camionetas rondando a los niños, con fines que no se saben”.

El calor empezaba a hacer saltar chispeantes pedazos de asfalto. Y a medida que el humo crecía, los reclamos también. Natalia Rodríguez sostenía un cartel con otras mujeres. Pedía que aparezca Virginia Telis, su hija de 17 años. Contó que desapareció el 26 de setiembre a las 23.00. Desde esa hora no aparece conectada en WhatsApp y el celular está apagado. Fue vista por última vez a cuatro cuadras de su casa, en un almacén. La familia hizo la denuncia en la seccional 25 y la Policía le dijo que “la están buscando”. “Las pistas que les dimos no los llevaron a nada. La única amiga que tenía, que es con la que sale a bailar, supuestamente no sabe nada. No quiero pensar que es por el tema de las camionetas y eso. Pero todo puede ser, hay mucha inseguridad. Hay tres camionetas que andan circulando en la zona, una blanca, una negra y una gris, y la Policía está enterada de eso. No veo patrullaje, no veo que estén cuidando”, cuestionó Rodríguez.

Una ambulancia hizo como pudo y pasó peligrosamente por el costado del corte, donde las llamas yacían más débiles. Cuando el fuego era apenas un suspiro, una camioneta cargada de cubiertas se encargó de darle más alimento al corte.

Lourdes Suárez, otra vecina del barrio, dijo que reclaman por “seguridad” para sus hijos, porque “se los están llevando como quieren, cargándolos arriba de una camioneta”. Ella también se refirió a una camioneta negra y a “un auto gris con vidrios polarizados” que merodean la zona. Varios vecinos señalaron que hay cinco muchachas desaparecidas en la zona. Previo a la concentración circuló que se trataría de Yanina Cuello, Alison Iribarne, Inés Figueroa, Tatiana Etchecopar y Telis.

“Nadie hace nada, nadie se mueve. Acá hacen lo que quieren. El otro día atropellaron a una señora, una camioneta negra se la llevó por delante. Supuestamente se la querían llevar. Y no es paranoia, no es que uno dice la cosas que ve por Facebook, sino que esas cosas están sucediendo y nadie está haciendo nada”, agregó Suárez. Dijo que se juntaron “de improviso” y cortaron la ruta porque si no, “nadie los escucha”. Por último, señaló que su hija es adolescente, “muy tranquila, pero le da miedo salir, ya ni quiere ir al liceo” por la falta de seguridad.

“Mirá, ahora está la Policía, pero cuando queremos patrullaje, no están”, dijo Suárez. En efecto, un patrullero se colocó frente al piquete. El comisario Antonio da Silva, de la seccional 18, se acercó a hablar con los manifestantes. Dijo que no tenía ninguna denuncia de muchachas desaparecidas y tampoco de una “camioneta negra”. Empezaron a debatir por los límites de la jurisdicción. El policía les dijo que si las denuncias se hicieron en la seccional 25 (Barros Blancos), pertenece a Canelones, mientras que la parte que estaban cortando pertenece a Montevideo.

“Usted me está pidiendo patrullaje, lo voy a tomar, eso me corresponde a mí. Pero si usted me dice que hay cinco niñas desaparecidas, eso es más grave que patrullar. Por eso pregunto quiénes son, porque yo no tengo [la información]. Yo le puedo responder por mi jurisdicción. Quiero saber cuáles son las responsabilidades que me competen. No es que no sea mi problema, es que del otro lado no es competencia mía, es Canelones”, les dijo Da Silva a los vecinos que lo escuchaban en ronda.

Arrancó un ida y vuelta. “Con la burocracia que hay no ganamos nada, nunca nos escuchan”, espetó una señora. “Ustedes tienen que saber lo que sucede allá, y ellos acá”, le reclamó una muchacha al comisario. “Yo tengo conocimiento, pero no sé los pormenores de la investigación”, contestó este. “Tenés que ir a hacerle un piquete a la puerta de [Eduardo] Bonomi para que te escuchen”, dijo un joven.

Al final, el comisario les dijo que hay un decreto presidencial que prohíbe el corte de rutas nacionales y se comprometió a mandar “un patrullero a la hora de la entrada y de la salida” del centro de estudios. Luego, Da Silva le dijo a la diaria que a medida que vayan teniendo “más recursos” harán “patrullaje por todo el barrio”. Agregó que “hay niñas desaparecidas en Canelones” pero él “no tiene conocimiento”. Mientras el policía volvía al auto, el camión con cubiertas llegaba por segunda vez.