“Bienvenidos a su casa. Es un gusto recibirlos”, dijo Javier Miranda, presidente del Frente Amplio (FA), ayer de mañana, en La Huella de Seregni. Sus palabras estaban dirigidas al Movimiento Verde Ecologista (MVE), que se incorporó formalmente a la estructura del FA. Miranda destacó que en realidad el sector no está inaugurando una militancia frenteamplista, sino que viene de una “larga trayectoria” que recoge “distintas vertientes ecologistas”. Además, subrayó que las formalidades son necesarias porque en la fuerza política son defensores de la “institucionalidad en todos los terrenos”. “Cuando se trata de juzgar conductas, defendemos la institucionalidad permanentemente, pero también en la construcción de la coalición que es el FA. La formalización institucional es necesaria porque las reglas son las que nos permiten convivir”, sostuvo Miranda.

El presidente del FA apeló a una metáfora ocurrente para la ocasión y señaló que el MVE es “especialmente bienvenido” a las filas del FA porque tiene “las enzimas que permiten seguir produciendo esas reacciones químicas que son necesarias para la vida de las fuerzas políticas”. Destacó que la izquierda “necesita profundizar su mirada” sobre el hábitat humano, el medioambiente y “la ecología en general”, porque la convivencia no es sólo entre personas,sino también con “nuestro medio”, al que muchas veces “destruimos”. Agregó que el crecimiento económico se debe dar en clave de “preservación del medioambiente y el desarrollo humano y ambiental”.

“Ustedes [los integrantes del MVE] tienen experiencia, pero además el conocimiento y la proyección para incorporar esta visión fundamental,que es profundamente de izquierda. Lo que define a la izquierda sigue siendo la libertad, la igualdad y la solidaridad; pero esos tres valores básicos sólo son posibles en la medida en que concibamos el desarrollo a escala de la vida humana en el ambiente en el que vivimos”, agregó Miranda.

Por su parte, Gustavo Ripoll, secretario general del MVE, hizo un breve repaso histórico del sector. Señaló que tuvieron una participación electoral en 2015, cuando apoyaron la candidatura de Daniel Martínez a la Intendencia de Montevideo (IM). No obstante, contó que algunos de los militantes vienen de varios años atrás, cuando acompañaron a Homero Mieres en el Partido del Sol Federal y Pacifista. “Muchos compañeros nos preguntaban por qué hacer política. Como decía [Eduardo] Galeano, la ecología sin política es jardinería. Por eso emprendimos un camino para poder lograr cambios. Nos distinguimos de otros grupos ecologistas o de algunas ONG ambientalistas porque no somos radicales ni intransigentes. Pretendemos trabajar sobre proyectos que sean viables, sostenibles y, por lo menos, amigables con el medioambiente”, señaló.

Sin embargo, destacó que algunas de sus consignas “sí fueron radicales”. Por ejemplo, “no al fracking”, ya que entiende que utilizar esa técnica de extracción de hidrocarburos en una zona acuífera “tan importante” como es el norte del país sería “trágico”. Además, subrayó que el MVE también se opuso al proyecto de la megaminera Aratirí. Ripoll señaló que en la zona de Valentines se está proyectando un parque eólico y que están a favor de ese tipo de energía, como también de la solar, y todo lo que sea “amigable para el medioambiente”.

Basura y perros

Luego de hacer la entrega de la carta formal para el ingreso de la agrupación, en diálogo con la diaria, Ripoll se refirió a los principales temas que quiere trabajar su agrupación. Dijo que les “preocupa mucho” la basura y el reciclaje de residuos, y señaló que tienen proyectos para “erradicar” en forma “gradual” el problema de la basura, que “compromete a Montevideo”. Señaló que hay “proyectos interesantes” en Europa, con empresas que instalan plantas recicladoras, y agregó que, si es necesario, “habrá que hacer un proyecto público privado”. “No puede ser que venga un fin de semana largo, se le sume un paro y tengamos los contenedores desbordados por cuatro días. La IM hizo muchas cosas, algunos pasos se avanzó. Ahora hay un proyecto para sustituir el caballo por un motocarro. Eso lo apoyamos, pero apostamos a mayores soluciones, a que no solamente no haya caballos tirando del carro, sino que tampoco haya humanos tirando del carro”, indicó Ripoll.

Además, el secretario general del novel sector del FA se refirió a otro tema que está arriba del tapete: la instalación obligatoria de chips a los perros. Para Ripoll, es un tema “muy controvertido”, ya que si bien “aparentemente” el chip es “inocuo”, no se sabe cuál es “la efectividad total” de su uso. “Lo que nos preocupa más que nada es la forma en que se planteó. Eso de apretar a la población –‘si no ponés el chip, te cobro una multa’– me parece que no va, porque ¿quién lo va a hacer? El vecino que vive en Carrasco, Pocitos o Punta Carretas. En cambio, en las zonas más carenciadas, donde hay que procurarse la comida día a día, si tienen tres perros, estoy seguro de que los tiran a la calle. Eso aumenta la población canina callejera y estimula a poner una perrera. No queremos eso”, señaló Ripoll, y agregó que para solucionar el problema de la cantidad de perros hay que “apostar a la castración y a la tenencia responsable”, ya que a su entender esto es “lo único” que puede controlarlo.

Además, dijo que cuentan con técnicos que están estudiando distintas opciones en relación con otros temas, como la contaminación del agua y los transgénicos. Por último, la diaria le preguntó a Ripoll si ve a Daniel Martínez como candidato a la presidencia por el FA, y contestó que ni el propio Martínez lo sabe, pero “podría ser”. “Ya lo acompañamos una vez, pero todavía hay mucho camino por recorrer”, finalizó.