El canciller Rodolfo Nin Novoa se fue satisfecho el lunes de su reunión con el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) para dar explicaciones sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Uruguay y Chile. El presidente de la coalición de izquierda, Javier Miranda, aseguró que “no hubo voces críticas” al acuerdo durante el encuentro; sin embargo, el dirigente de Casa Grande Alberto Couriel expresó su rechazo al tratado durante la reunión, según dijo el propio Couriel a la diaria.

El representante de Casa Grande afirmó que su sector mantiene una postura “negativa” sobre el acuerdo, que a su entender beneficiará a las grandes empresas al desregular los servicios. “En general, las grandes empresas transnacionales que ya consiguieron rebajas arancelarias están con los nuevos temas, que son fundamentalmente de servicios. Normalmente, en las normas de nueva generación se habla de liberalización, privatización y desregulación, y el acuerdo con Chile está dentro de esos lineamientos”, sostuvo Couriel.

El dirigente advirtió que al negociar con listas negativas, los servicios que no se excluyen expresamente en el acuerdo quedan liberalizados. “Tú tenés que poner los servicios que tú querés proteger, lo que no es sencillo de definir, y todo lo demás queda abierto, pero sobre todo queda abierto lo referente a los nuevos avances tecnológicos en materia de servicios. Cuando hay nuevos avances, con este acuerdo con listas negativas no podés protegerlos ni promoverlos, porque te lo impide el acuerdo que hiciste con Chile”, remarcó Couriel, y consideró que este TLC tiene “la misma naturaleza que el TISA [Acuerdo sobre Comercio de Servicios] y el TPP [Tratado Transpacífico]”.

En segundo lugar, Couriel sostuvo que este TLC limita la acción del Estado al establecer la denominada “cláusula trinquete”, que dispone que los estados, una vez que liberalizaron o privatizaron un servicio, no pueden volver a regularlo. “Yo se lo dije al canciller ayer [por el lunes]: en el programa del FA no vas a encontrar en ningún lado limitaciones a la acción del Estado. Lo que tú querés es un Estado que promueva, que regule, que conduzca”, indicó.

Por otra parte, el representante de Casa Grande sostuvo que Chile “no es el paradigma”. “Chile tiene 25 tratados, y tiene muchos tratados porque tiene la facilidad de que sus rubros de exportación no son competitivos. 75% de las exportaciones de Chile son cobre y derivados del cobre, y de alta y media tecnología tiene 6%. Yo no quiero, de ninguna manera, una cosa a la chilena ni mucho menos”, afirmó.

El fin de semana, Casa Grande resolvió que, cuando existan mayorías parlamentarias para aprobar los proyectos impulsados por el oficialismo, pedirá libertad de acción al FA en caso de que discrepe con una iniciativa. De todos modos, Couriel aclaró que no está definido si Casa Grande pedirá libertad de acción para no votar el TLC con Chile. “Habría que ver en ese momento cómo está el ambiente. [...] Habría que estudiarlo”, señaló.