El último Congreso del Movimiento de Participación Popular (MPP), que se realizó en junio de este año, decidió incluir como propuesta programática el establecimiento de una Renta Básica Universal (RBU). Se trata de una herramienta que busca disminuir o erradicar la pobreza y habilitar el ejercicio de derechos a toda la población, sin distinción de ingresos, mediante el pago de una renta mínima. Ahora, la intención del sector es presentar en las próximas semanas un proyecto de ley que establezca la RBU, confirmó a la diaria la diputada del MPP Lilián Galán.

La RBU es un instrumento que ya se utiliza, por ejemplo, en Alaska y Namibia. En Finlandia se está desarrollando un proyecto piloto de dos años. En Uruguay, el asunto ha estado presente en la discusión pública en los últimos meses. En mayo, el Parlamento organizó un seminario para discutir el tema con la participación de académicos y referentes políticos. El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, Rodrigo Arim, dijo en ese ámbito que la RBU es una buena herramienta para lograr una mayor redistribución de la riqueza en un contexto de cambio tecnológico, e implica mejorar la libertad y la capacidad de elección de personas que, por diferentes razones, quedaron fuera de la reconversión que produjo el avance tecnológico.

Por otra parte, referentes de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) se pronunciaron en forma favorable a implementar la RBU. El coordinador general de la OPP, Pablo Álvarez, en una columna publicada por la diaria el 9 de setiembre, trazó escenarios sobre el impacto que tendría una medida de este tipo en la reducción de la pobreza y la indigencia. Según los cálculos de la OPP, si se implementara una RBU de 2.000 pesos para los menores de 18 años, la pobreza total se reduciría más de tres puntos porcentuales, mientras que la indigencia pasaría de 0,38% a 0,05%. Además, la pobreza disminuiría en forma diferencial según las edades: para los niños y las niñas de hasta cuatro años pasaría de 21,25% a 12,43%, y entre los cinco y los nueve años lo haría de 19,39% a 11,39%. En tanto, la desigualdad medida por el índice de Gini se reduciría de 0,38 a 0,36. Una medida de este tipo tendría un costo de 21.342 millones de pesos, equivalente a 1,4% del Producto Interno Bruto (PIB) de 2016. La semana pasada, en conversación con Radio Uruguay, Álvarez sugirió que el establecimiento de la RBU podría plebiscitarse.

En este contexto, la bancada del MPP trabaja en la redacción de un proyecto de ley para establecer la RBU, que pretende presentar más bien como un insumo para la discusión, explicó Galán. Están trabajando en la iniciativa la senadora Lucía Topolanksy, el senador Ruben Martínez Huelmo y los diputados Galán, Julio Battistoni y Alejandro Sánchez.

Galán señaló que el proyecto parte del derecho de cualquier ciudadano “a tener aseguradas sus necesidades materiales básicas” para poder “pensar su vida y su trabajo de distinta forma”. “Queremos ponerlo sobre la mesa como un derecho, y plantearlo en este momento en que hay grandes cambios en el mundo del trabajo y tenemos que hacer propuestas como legisladores y trabajadores”, dijo la diputada.

El MPP maneja como ideas varias de las que ya fueron mencionadas por la OPP. En primer lugar, pensar en una implementación por etapas, que abarque en primera instancia a los menores de 18 años. En segundo lugar, en términos de montos, evaluar distintas posibilidades y contemplar escenarios de mínima –como el mencionado por Álvarez de 2.000 pesos por persona menor de 18 años–. Galán aseguró que en Namibia se implementó una renta básica de 13 dólares y esto “les cambió la vida a las personas”.

Como fuente de financiamiento de esta renta, el MPP está pensando en la posibilidad de implementar un fondo que se nutra de aportes de las empresas extranjeras que invierten en el país. Galán comparó esta opción con el fondo intergeneracional que se creó cuando se estableció el canon minero, o con lo que sucede en Alaska, donde la renta se financia con un fondo constituido por aportes de las empresas petroleras.