“Pienso hacer la denuncia, porque así como me pasó a mí, puede pasarles a muchas mujeres más”, dijo a la diaria Sofía Palacios, trabajadora de una panadería de Pocitos que el martes fue agredida por dos funcionarios de la Unidad de Respuesta de la Policía de Montevideo.

La situación se conoció a raíz de la difusión de un video en las redes sociales. En la esquina de Pagola y Chucarro se ve a dos policías que le piden la documentación a una mujer y la toman del brazo. “¿Por qué estoy detenida?”, “No me toque, atrevido. A mí no me toque. ¿Quién se cree que es? Salga”, son algunas de las frases que se escuchan en el video grabado por una testigo. Luego se escuchan sirenas y llegan cinco patrulleros. El policía toma violentamente del brazo a la mujer, pese a que esta no se estaba resistiendo, y le pone esposas. “Tenés que traer una policía femenina, no la podés tocar”, le recrimina un hombre, sin éxito. Los policías llevan a la mujer detenida.

Todo empezó cuando la trabajadora estaba por cruzar la calle, porque iba a entregar un pedido. “Había una muchacha parada en la esquina. El patrullero estaba pasando muy lentamente, mirando a la muchacha, y yo le grité al patrullero: ‘Dale, apurate, dejame pasar y dejate de mirar mujeres’. Cuando le grité eso, pasé por atrás de la camioneta, y el tipo frenó y dio marcha atrás. Cuando dio marcha atrás, yo apoyé las manos en el auto porque pensé que me iba a atropellar”, contó Palacios a la diaria.

Luego el patrullero aceleró y se fue. La trabajadora entró a la panadería, pero los policías regresaron poco después. “Un policía entró a mi trabajo, pidió para hablar con el dueño. El dueño no estaba. Ahí empezó a gritarme. Yo estaba agachada limpiando y cuando me levanté me señaló y empezó a gritarme que yo era una atrevida, que saliera para afuera, que me iba a tomar los datos, que me iba a llevar presa”, relató la joven. Al principio, Palacios se negó a salir, pero luego accedió a hacerlo, y en ese momento comenzó la grabación del video que luego circuló en las redes sociales.

Palacios sostiene que cuando la llevaron detenida la golpearon y la apretaron contra la pared de una farmacia, lo que le ocasionó dolores en la espalda y hematomas en el brazo izquierdo, que fueron certificados por un médico en el Hospital de Clínicas. “Fue súper innecesario, porque si fuese una persona violenta, si supusiese una amenaza para él, es entendible, pero no. Él no tiene la autoridad para venir y agarrarme”, sostuvo la trabajadora.

Cuando llegaron a la Seccional 10ª, una policía femenina la revisó “para ver si no tenía un objeto peligroso”. “De ahí me llevaron al Prado, al médico. La médica me revisó. Me tendría que haber dado un papel, pero no me dio nada. De ahí me trajeron de nuevo a la 10ª y me tomaron el acta. Pedí para hacer una denuncia y me dijeron que no. Me dejaron un ratito ahí y después me dijeron que me fuera, que estaba en libertad”, contó Palacios.

El argumento de los policías para detenerla fue que incurrió en desacato porque, tras haber sido maltratada, los insultó. Palacios intentó hacer la denuncia en una unidad especializada de violencia doméstica y de género, pero le respondieron que no podían tomarle la denuncia porque sólo abordan casos de violencia doméstica. “Me dijeron que ellos no están para este tipo de hechos, están para el tema familiar y para cosas sentimentales, domésticas, y como yo no tenía ningún trato con el policía, no me podían tomar la denuncia”, explicó la trabajadora. Según explicaron a la diaria desde el Ministerio del Interior (MI), estas unidades no sólo se encargan de violencia doméstica, sino de violencia de género en general.

De todos modos, el dueño de la panadería, otros trabajadores del local y los vecinos del lugar se presentaron a hacer la denuncia en la Seccional 10ª, y Palacios piensa hacer lo propio.

Ayer, bajo el título “Esta NO ES la Policía que queremos”, el MI emitió un comunicado para informar que dispuso una investigación interna en torno a este hecho. “Se entiende que existen irregularidades en el procedimiento y, por tal motivo, se dispuso una información de urgencia para adoptar una resolución sobre la parte administrativa y enterar nuevamente a la Justicia, haciéndose cargo de esta última acción la Dirección de Asuntos Internos, por lo que se ampliará con resolución judicial y administrativa”, señala el comunicado.

“El Ministerio del Interior y la Policía Nacional expresan que no se comparte la conducta policial de los involucrados tal cual y como se observa en el video difundido”, aclara la cartera, e insta a la población a “tomar como ejemplo este caso” y animarse a “denunciar de manera responsable, por las vías correspondientes, este tipo de hechos”.

La Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) tenía previsto intervenir de oficio en este tema, pero tras conocerse el comunicado del MI, aguardará a que se aclare la situación, dijo a la diaria el director de la INDDHH Juan Faroppa.