El diputado del Partido Comunista (PCU) Gerardo Núñez tuvo la iniciativa de homenajear al Che Guevara “con motivo de los 50 años de su caída en combate”, y por eso fue el primero que habló en el acto, que se realizó ayer en la Cámara de Diputados. Dijo que la figura del revolucionario es casi inabarcable “en todas sus facetas”, y citó una descripción que supo hacer Rodney Arismendi, líder histórico del PCU: “Lo que no se puede olvidar del Che es su grandeza histórica, su fuerza intelectual y moral, su calidad de arquetipo revolucionario, su dimensión de comunista y revolucionario latinoamericano, su talento excepcional y su bella y polícroma magnitud como persona”.

Núñez agregó que el Che fue uno de los revolucionarios “más importantes de nuestro continente junto a Fidel Castro” y que “puso el pellejo detrás de cada una de sus palabras”. Además, dijo que se equivocaron quienes pensaron “que fusilando al Che Guevara en Bolivia iban a enterrar para siempre la lucha de los pueblos en el continente”, porque, como dice la canción “Murguita del sur”, de Bersuit Vergarabat, “hoy su cara está en todas las remeras, / es un muerto que no para de nacer”.

Señaló que el Che “no solamente se dedicó a la guerrilla” sino también al “trabajo voluntario, a dirigir la economía de Cuba y a escribir sobre diversas experiencias de socialismo en el mundo”. “El Che Guevara es de esos símbolos mundiales. Tal es así que hasta el propio capitalismo ha intentado recapturar esta figura emblemática de la lucha contra la dominación y hacerla funcional a sus ideas y cometidos”, agregó el diputado comunista. No obstante, dijo que su figura inspira “a miles y miles de jóvenes” a abrir un cauce de participación política y “a soñar con una sociedad sin explotados, sin guerras y en paz”.

Luego le tocó el turno a Jaime Trobo, diputado del Partido Nacional, quien subrayó que la calificación de “homenaje” debía limitarse a quienes se han adherido a “los ideales y prácticas” del Che, y que el verbo adecuado sería “recordar”. Así las cosas, recordó lo que a su juicio es la “real dimensión” de su figura, y no la “dimensión icónica” que se creó “a partir de una idealización descontextualizada”. Dijo que hace 50 años el Che fue ejecutado “de la misma manera que ordenó matar a quienes consideraba enemigos de sus ideas u obstáculos para sus objetivos”. Agregó que faltan “investigaciones en profundidad que ayuden a entender las razones por las que la internacional terrorista creada por la dictadura de los Castro lo había enviado sin ningún tipo de apoyo y seguridades para su aventura guerrillera”.

Trobo señaló que la frase que adorna su memoria, “murió por sus ideales”, se interpreta como “una virtud admirable”, aunque “esos ideales por los que murió fueran una inalcanzable utopía y en su marcha hacia ellos se practicaran flagrantes violaciones a los derechos humanos”. “Parece ser que la maldad de los procedimientos adquiere infinita justificación por el enunciado de los propósitos”, agregó Trobo, y luego dijo: “Guevara no triunfó en la vida. Sus responsabilidades, que ejerció como gobernante en Cuba, militar en Congo y en Bolivia, no resultaron exitosas. Fracasó en su plan de industrialización acelerada y con ello provocó una debacle de la zafra azucarera en Cuba. Perdió con los economistas rusos las controversias sobre los estímulos, que él pretendía [que fueran] morales, ‘el hombre nuevo’, y los técnicos soviéticos, materiales. Contribuyó a crear un monstruo en Cuba y debió renunciar e irse”.

El diputado blanco concluyó que el Che “triunfó en la muerte” porque su mensaje “intransigente percudió a generaciones que abrazaron la utopía que profesaba y justificó sus enajenantes prácticas violentas, sazonándolas con odio irreconciliable”. Por último, Trobo señaló que las páginas de los diarios personales del Che reflejan su “visión y su moral”: era “racista” y “homófobo”, dijo.

El discurso de Trobo recibió algunos dardos de diputados del Frente Amplio. Luis Puig dijo que su sector, el Partido por la Victoria del Pueblo, hizo el homenaje “sin comillas” y que el Che “no fue derrotado, porque por su ejemplo se recrean revolucionarios en todo el mundo”. A su vez, Pablo González, de la lista 711, dijo que el Che fue “un gran soldado, un estadista y sobre todo un revolucionario que es ejemplo de lucha y de entrega por la libertad y la justicia social”. “Y homenajearemos hoy y siempre, por más que algunos genuflexos vernáculos de la derecha más reaccionaria digan que estamos ‘recordándolo’”.

Por su parte, Iván Posada, del Partido Independiente (PI), dijo que todos tienen “múltiples visiones” sobre el Che, y que prefiere recordar “al ser humano de carne y hueso, con sus luces y sombras, que dejó su marca indeleble en nuestra América”. Posada recordó parte del discurso que el Che dio en Punta del Este, en agosto de 1961. Sobre todo, destacó una cita que el revolucionario hizo de José Martí, que, a juicio del diputado, “deberíamos tenerla siempre presente todos los países de Latinoamérica”: “Quien dice unión económica dice unión política. El pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve; hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad”.

Posada dijo que “la construcción de la democracia va de la mano de la libertad”. “Prefiero recordar al hombre de carne y hueso, a ese hombre que, fiel a su idea, mostró al mundo que era un verdadero revolucionario. Por aquello de que en una revolución, si es verdadera, se triunfa o se muere”, agregó el diputado del PI. Por último, citó los últimos versos de “Canción del elegido”, de Silvio Rodríguez: ​ “Sintió en su cabeza cristales molidos / y comprendió que la guerra / era la paz del futuro / lo más terrible se aprende enseguida / y lo hermoso nos cuesta la vida. / La ultima vez lo vi irse / entre humo y metralla / contento y desnudo / iba matando canallas /con su cañón de futuro”.