Globos celestes y blancos adornaban parte del ancho cantero que nace donde la calle Carlos María Morales muere en la rambla, en el barrio Palermo. La bandera de Aparicio Saravia aguantaba estoica el abrazo del viento, que era fuerte e intenso. Por momentos, algunas gotas del agitado Río de la Plata se colaban en el evento, que en Twitter se promocionaba con cuatro ítems: “Música, mates, anécdotas y muchas sorpresas”. Por los parlantes sonaba un reguetón que versaba sobre bailar, la noche y todo eso; no importa cuál, porque son todos iguales.

“La taza de los 25 no puede faltar en ningún hogar; se la llevan todos”, dijo, micrófono en mano, uno de los agitadores de la fiesta, que era con motivo de los 25 años de la lista 71 del Partido Nacional (PN). La taza, claro está, es blanca, y además del logo de la 71, dice: “Tenemos más mañana que ayer; viva el PN”. Que todos se las llevaran no parecía una empresa difícil, porque no había más que 30 personas. Si bien era sábado de tarde, el inestable estado del tiempo no ayudó a que mucha gente se acercara. Por eso, los organizadores desistieron de la idea de hacer un 71 “humano”, pero le dieron para adelante a la movida de remontar cometas. El viento sirvió para algo.

Daniel Martínez, edil de Montevideo por la 71, a veces tomaba el micrófono y arengaba a los militantes como si fueran cientos. Le contó a la diaria que el del sábado era “un eslabón más de una gran cadena de festejos” que la lista 71 proyecta organizar en “puntos estratégicos de la ciudad”, en cada municipio. Este era en el B y el jueves le había tocado el turno al Ch, en la plaza Barón de Río Branco (Avenida Brasil y Libertad), en donde se proyectó el documental sobre Wilson Ferreira Aldunate dirigido por Mateo Gutiérrez. “Pocas listas cumplen 25 años ininterrumpidos, y en este caso, la 71 es una lista exitosa, de gente seria y responsable. Es la lista de todos los barrios de Montevideo; entonces, en función de eso, se ha llevado este trabajo adelante, obviamente con la compañía de los señores legisladores”, señaló Martínez, y agregó que buscan ganar las próximas elecciones “para reconstruir el país y mejorar la calidad de vida de la gente”.

Los legisladores de la 71 son más que conocidos por todo el mundo. Los diputados Gustavo Penadés –quien, a su vez, es el presidente de la lista–, Jaime Trobo y Gloria Rodríguez, y el senador Luis Alberto Heber, presidente del Directorio del PN. “No esperen a los legisladores para empezar a bailar”, avisó Martínez. Todavía no había llegado ninguno, pero sí estaban los bizcochos, que se repartían con educada insistencia. Una joven dibujó una sonrisa cuando le ofrecieron un croissant, porque ya tenía uno en la mano. El circuito de la comida se hace corto y muy recurrente cuando hay poca gente.

“No le vamos a pedir a la diputada que remonte una cometa”, dijo Martínez, mientras Gloria Rodríguez saludaba a los presentes. Uno por uno. A ella también le ofrecieron un bizcocho, pero contestó que no porque iba a hablar con la diaria. La legisladora destacó la “fortaleza” de la lista 71, que tiene “la mejor estructura en el departamento de Montevideo”, y señaló que eso quedó demostrado en las recientes elecciones de jóvenes blancos, ya que en la capital quedó segunda “y por muy pocos votos [528] no logró ser la mayoritaria”. Además, Rodríguez dijo que el sector está incorporando jóvenes “con propuestas innovadoras” y afirmó que el desafío para las próximas elecciones es “ser la lista más votada”.

También dijo que era “evidente” que el bloque de Luis Lacalle Pou iba a ser el más votado en las elecciones de jóvenes porque “es un candidato joven y obviamente los jóvenes se ven reflejados en él”. “Yo lo veo posicionado para las próximas elecciones. Está haciendo un trabajo muy bueno. Es un hombre que intenta colaborar con el gobierno, más allá de que el gobierno no brinda la posibilidad de escuchar y de recibir los aportes de la oposición. Yo considero que Lacalle Pou va a ser el próximo presidente de todos los uruguayos”, sentenció.

Pasada la hora y media del inicio, el evento se iba desinflando como el “7” tamaño familiar que sostenían algunos militantes junto a un “1” para armar la foto grupal. No pudieron hacer el 71 “humano”, pero por lo menos apareció en formato inflable; se trata de un número que para Rodríguez “se ha impuesto no solamente en Montevideo sino a nivel nacional”, porque tiene “toda una historia e impronta”.

La tarde seguía adelante y ya no parecía que fuera a llegar ningún otro legislador. El viento insistía, al igual que el eterno retorno de las bandejas con bizcochos. “Dale, flaco, atacá”, dijo el edil Martínez a quien firma esta nota, que rechazó un croissant por quinta vez. Pero como quedaba mal andar demasiado por la negativa, fotógrafo y periodista nos fuimos con una taza aniversario. Al final, era verdad que se la iban a llevar todos.