En agosto de este año, un grupo de funcionarios del Municipio de Rodríguez, de la Intendencia de San José (ISJ), denunció al capataz de obra por malos tratos. Según información de San José Ahora, mientras el asunto se procesaba, ADEOM San José llevó a cabo tres paros, dos de dos horas y uno de 24. Finalmente, la comuna maragata decidió trasladar al capataz a dependencias de la Dirección de Obras en San José de Mayo, pero este pidió licencia. Según la prensa del departamento, durante las comparecencias ante Jurídica, los trabajadores denunciantes calificaron al capataz de “loco” y aseguraron que “siempre” había tenido problemas de relacionamiento.

Ahora, el capataz interpuso un recurso de reposición ante la ISJ, para que se suspenda el traslado, y, además, denunció por estafa a los trabajadores que lo acusaron. Según Óscar López Goldaracenaea, abogado del capataz, su cliente y la ISJ fueron engañados por un grupo de municipales a los que “les molestaba que el encargado los hiciera trabajar”.

Según la denuncia penal, a la que pudo acceder la diaria, la ISJ, después de hacer una investigación administrativa, concluyó que no se constataron irregularidades y no había mérito para imponer sanciones; no obstante, en setiembre dispuso la remoción. En el texto el capataz asegura: “La denuncia contra mi persona alcanzó repercusión en los medios de comunicación, habiéndose difundido que ADEOM adoptaría medidas gremiales contra la Intendencia si no se adoptaba resolución en mi contra. Ocurre que los hechos que se denunciaron no son ciertos. Jamás incurrí en malos tratos contra ningún funcionario. Los denunciantes no probaron sus afirmaciones [...] Se concluyó que no había mérito para aplicar sanciones, pero igual se me removió del cargo”. López Goldaracena dijo a la diaria que “el gremio de ADEOM San José debería hacer una profunda autocrítica y la Intendencia debería comenzar los sumarios correspondientes y amparar en su función al encargado para que este se reintegre a su cargo. Si la Intendencia mantiene su traslado a pesar de la denuncia que formulamos y a pesar de que la propia Intendencia concluyó que no hubo ninguna irregularidad en su gestión, estemos seguros de que no ganaron los buenos, y la gente sabrá juzgar”.

En concreto

La denuncia por estafa se basa en el testimonio de una de las personas que firmaron la nota en la que acusan al capataz de maltratar a sus subordinados. El hombre declaró que no leyó la carta, que la firmó engañado y que sus compañeros le dijeron que era para plantear que el alcalde les estaba pasando la mitad de las horas.

La ISJ también habría sido estafada por sus funcionarios. El Código del Proceso Penal, en el artículo 347, establece que la estafa se configura cuando una persona hace “estratagemas o engaños artificiosos” que llevan a error. Además, uno de los agravantes es que “el hecho se efectúe en daño del Estado, del Municipio o de algún ente público”.