Entre acusaciones de “mentirosos”, atribuciones de “vergüenza institucional” y cuestionamientos más políticos que técnicos, el Senado votó ayer, a pedido de varios senadores de la oposición, sobre dejar sin efecto el subsidio otorgado al ex vicepresidente Raúl Sendic hasta la próxima legislatura, consulta que finalmente resultó negativa por 14 votos en 30.

Pablo Iturralde, uno de los diputados que presentaron el recurso de revocación contra la decisión de pagar el subsidio, entró ayer al Senado como vocero del Partido Nacional en el asunto. Iturralde dijo que las normas son claras, en referencia al numeral 10 del artículo 77 de la Constitución, que establece que “solamente si se termina el mandato se puede pedir el subsidio”, que, según los cálculos expresados, correspondería a 4,5 millones de pesos.

Mientras tanto, el colorado José Amorín cambió el ángulo de la discusión: “Nosotros creemos que usted se equivocó –dijo a la presidenta del órgano legislativo, Lucía Topolansky– cuando otorgó el subsidio, porque es la cámara la que tiene que votarlo por tres quintos”, explicó. El independiente Pablo Mieres también rechazó “de manera radical” la resolución de la vicepresidenta de la República, por lo que consideró un acto “políticamente grave y jurídicamente improcedente”.

El senador Charles Carrera, del Frente Amplio, en cambio, apoyó a Topolansky bajo la justificación de que el “objeto” de la discusión es “qué función cumple el [ex] vicepresidente conforme al ordenamiento jurídico: ¿es legislador en los términos del artículo 77 numeral 10 o el de vicepresidente es un cargo propio que no equivale al de legislador? Son cargos distintos y, de hecho, cuando nuestra Constitución habla de legisladores sólo lo hace refiriéndose a los cargos de representantes y senadores. Nunca engloba al vicepresidente dentro del concepto de legislador”, afirmó. Pero Mieres discrepó con Carrera y sostuvo que “si no hubiera actuado como legislador, todas las leyes que se aprobaron en este período debieran de anularse. ¿Qué es votar una ley sino legislar? No hay duda de que el vicepresidente está incluido entre los legisladores porque su voto muchas veces es definitorio”, afirmó, aclarando que aunque “puede que no fuera senador, legislador es, sin lugar a duda”. Sobre las razones de la renuncia, Amorín dijo que “no son menores”. “No lo hace ni por enfermedad ni por razones desconocidas, sino acusado por denuncias de corrupción. Al principio parecía que era de la prensa de derecha, luego de la oposición, y termina siendo la Comisión de Ética de su propio partido y luego la Jutep [Junta de Transparencia y Ética Pública]”, sostuvo, y agregó que todo resulta “mucho más claro” si se considera esto.

Los tiempos también se pusieron sobre la mesa. Amorín consideró “pobre” el argumento esgrimido por “algunos” que sostienen que “la votación del subsidio fue en conjunto con la de la renuncia”, porque “la solicitud del subsidio se dio a dos días de la renuncia”. “Es absurdo pensar que votamos las dos cosas juntas”, afirmó.

El frenteamplista Rafael Michelini fue el primero en elevar el tono de la discusión, empatado luego por el nacionalista Luis Alberto Heber. Michelini sostuvo que “bien se ve la paja en el ojo ajeno y no en el propio”, en referencia a que Iturralde habría votado afirmativamente cada subsidio pedido implícitamente en la renuncia. “Que no se nos diga que esto es grave, un atentado al Estado de derecho, cuando, cada vez que pasa, no se dice nada”, afirmó, a lo que el nacionalista le respondió que “no podemos ampararnos en que las cosas se hicieron mal para seguir haciéndolas mal. Todos sabemos que no fue por razones médicas”.

Por su parte, Heber reconoció que no se trata de “un tema jurídico, sino de una decisión política” que “compromete” a Topolansky y a su partido político. También hizo énfasis en la “vergüenza institucional, nacional e internacional” y cuestionó: “¿Es inaceptable y lo premian con un subsidio que recién le toca al final del período de manera anticipada? ¿Este es un acuerdo del Frente Amplio? La renuncia evitó una condena y ahora lo están premiando”, dijo, considerando el gesto “una perla más del collar”. En tanto, la flamante senadora Michelle Suárez dijo que “aunque nos guste o no, nosotros –creo– no estamos para juzgar a nadie”. “Hay que diferenciar un juzgamiento moral de si se está discutiendo el procedimiento de aplicación a un caso concreto”, agregó.

Michelini también cuestionó a los legisladores al preguntar “si alguien estaba dispuesto a renunciar al subsidio en caso de no ser reelecto”, afirmación con la que su compañero de bancada Marcos Otheguy coincidió, y dijo que “no se está discutiendo el subsidio del vicepresidente, sino el sueldo y subsidio de todos los legisladores”. Agregó que “algún día vamos a tener que tener esa discusión”. Al respecto, el colorado Pedro Bordaberry dijo que “es bueno que se sepa que en el Parlamento se sesiona del 1º al 18, y no del 1º al 30, como trabajan todos los uruguayos, y que tenemos un receso escolar, en el sentido de que paramos el 15 de diciembre y retomamos en marzo”. “Fijen el día y lo hacemos, hablamos de todo” retó.

Desde otro punto de vista, Iturralde dijo que le “llamó la atención lo rápido que salimos de este tema” cuando se aprobó la renuncia de Sendic en el ámbito de la Asamblea General, a lo que Otheguy respondió diciendo que el planteo era “oportunista, mezquino y disolvente del sistema político”. El oficialista dijo que en su momento se había reconciliado con los partidos políticos por “actuar con altura, con grandeza, poniendo por delante la democracia”, pero que ahora volvían atrás. “Hay mucha mezquindad y a mí me duele, porque el sistema político no era así”, afirmó Michelini.