La semana pasada se armó un revuelo en el Concejo Municipal de Porvenir (Paysandú) que tuvo como protagonistas al alcalde de esa localidad, Ramiro Ayende (Partido Nacional), y al concejal del Frente Amplio Damián Gallardo. Sobre lo que realmente ocurrió en la comentada sesión del Concejo todavía hay versiones de ida y vuelta, pero lo que sí es seguro es que los hechos derivaron en que el alcalde hiciera retirar al concejal por la Policía. Esta semana, el Partido Socialista –al que pertenece Gallardo– emitió un comunicado en el que rechaza “el proceder” del alcalde y asegura que no sólo esta vez, sino también a “lo largo de sus tres años de desempeño en el Concejo”, Gallardo ha venido “recibiendo presiones y exabruptos por parte de Ayende”.

Por otro lado, el miércoles el diario El Telégrafo informó que Manuel Bercianos y Ramón Appratto, presidente y vicepresidente de la Comisión Departamental Nacionalista, rechazaron los cuestionamientos al alcalde de Porvenir y señalaron que Gallardo “con sus expresiones y comportamientos agresivos en sala obstaculiza el desarrollo de las sesiones”, del concejo.

Aseguraron que “el concejo recibió una nota de la Comisión de Mevir [Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural] para que el Municipio se haga cargo de la luz, el agua y el mantenimiento del salón comunal y su entorno”. “Ante ello, el alcalde accedió al petitorio y condicionó que no se cobre más alquiler a los vecinos del barrio Mevir cuando lo solicitan para el uso de fiestas y reuniones”, indicaron los nacionalistas, y agregaron que “parece que el concejal Gallardo se vio afectado en sus intereses económicos, porque de esos alquileres sale el pago a quienes limpian el salón después de esas fiestas o reuniones, que según ha trascendido es la esposa del propio concejal Gallardo”. “Por lo tanto, el planteamiento del alcalde lo molestó y al ser interrogado [para] que dijera a quién le pagaba por la limpieza, se violentó de tal modo que Ayende, para que la cosa no pasara a mayores, evitando una confrontación personal en otros términos, lo hizo retirar por la Policía de su despacho, que es donde funciona el Concejo”, afirmaron los dirigentes blancos a El Telégrafo.

la diaria se contactó con los protagonistas del enredo para conocer sus versiones. Ayende señaló que estaban en una sesión de Concejo “normal”, en la que se trató una solicitud para que el Municipio se haga cargo del “mantenimiento” de un salón comunal del que Gallardo es presidente en el pueblo Esperanza. “Entonces, como el Municipio paga la luz, el agua y el mantenimiento de todo el perímetro del terreno, como contrapartida, le pedimos al concejal que no le cobre el alquiler [del local] a la gente del pueblo para cumpleaños, casamientos y fiestas”, señaló Ayende, y agregó que fue en ese momento que Gallardo empezó a “ insultar” y lo amenazó diciéndole que “no juegue” con él, porque cuando lo encuentre en la calle “le va a pegar”. Por eso le dijo que se retire y, “como no lo hizo”, llamó a la Policía. Además, el alcalde negó haber dicho “exabruptos” referidos a Gallardo y señaló que lo hizo retirar con la Policía en más de una oportunidad, “pero eso está dentro del reglamento”.

Por otro lado, Gallardo dijo a la diaria que él integra la comisión de Mevir, que maneja el salón comunal, y que cuando Ayende empezó a decir que “a cambio de cortar el pasto” quería que se alquilara el salón “gratis para la gente”, él fundamentó que el precio del alquiler lo fija “una asistente social que manda Mevir” y que el salón “tiene un reglamento”. “No es que alguien de una comisión se levanta y cobra lo que se le da la gana. Entonces, luego de que le di una respuesta contundente, tuvo la necesidad [de] que le dijera ‘señor’, pero como yo no opté por decirle ‘señor’, dijo que me retirara, y como no me retiré –al ser concejal titular, no me puede echar–, llamó a la Policía”, relató Gallardo. Además, consultado sobre lo que señalaron las autoridades de la Comisión Departamental Nacionalista acerca de que su esposa es una de las limpiadoras del salón, Gallardo dijo que son cosas que dicen para “ensuciar”. “Se sabe que van a apoyarlo. Es una lástima que no lo hayan apoyado cuando tuvo denuncias penales por extraer tierra de las calles, o cuando cortó alambrado de estancias para sustraer leña en campos de vecinos”, finalizó el concejal.