El gobierno brasileño no le comunicó en ningún momento a su par uruguayo su intención de trabar el ingreso de productos lácteos a su país. Fueron las autoridades uruguayas las que llamaron para confirmar la noticia, según relató en su momento el presidente Tabaré Vázquez. En la reunión que mantuvieron el viernes 10 en Brasilia los cancilleres de ambos países, ya con el problema superado, el ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Aloysio Nunes, le dijo a su par uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, que lo sucedido se debió a “desinteligencias”.

“La contraparte brasileña en cierta forma reconoció que había habido ciertas desinteligencias entre ellos, que habían provocado la detención temporal de algunos productos lácteos a Brasil, y que era un problema interno que estaba superado”, relató a la diaria el vicecanciller Ariel Bergamino.

En el marco de una reunión “muy cordial” y “con muy buen tono”, según Bergamino, los dos cancilleres acordaron “sistematizar la agenda bilateral”, que había perdido fuerza en comparación con uno de sus puntos más altos, que se produjo durante los gobiernos de Dilma Rousseff en Brasil y José Mujica en Uruguay. Fue en ese período que se creó el Grupo de Alto Nivel (GAN) entre Brasil y Uruguay, que si bien siguió funcionando tras la asunción de Michel Temer en Brasil, lo hizo con menor periodicidad y sin que se le otorgara tanta prioridad como en el período anterior.

“Hay una relación muy fluida, pero a veces falta un poco de sistematización. Se van a realizar reuniones de equipos de ambas cancillerías para comenzar a abordar y ejecutar la agenda en forma conjunta, y volver a esa dinámica de puesta a punto de la agenda periódica”, explicó Bergamino.

La reunión de la semana pasada en Brasilia se celebró en el marco de una nueva ronda de negociaciones por el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que culminó con mensajes políticos auspiciosos pero con pocos elementos concretos de avance en las conversaciones técnicas. Bergamino consideró que el “mensaje político” del vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, fue “muy claro: señores, la UE en su conjunto, sin excepciones, quiere llegar a un acuerdo”. Katainen dijo en una conferencia de prensa que ambos bloques están a “un tris” de firmar el tratado. “En ese tantito así hay temas importantes que resolver, pero el mensaje fue claramente político, y así tiene que ser tomado”, insistió Bergamino. “Naturalmente, los negociadores europeos tienen que ajustarse a ese mensaje, y así tiene que ser entendido”, agregó.

Sin embargo, Bergamino confirmó que en materia técnica la UE no presentó la semana pasada una nueva oferta de apertura de los mercados para la carne y el etanol. La que presentó en octubre es considerada insuficiente por el Mercosur. A principios de octubre, la UE ofreció al Mercosur un ingreso máximo de 70.000 toneladas de carne por año, que representa 0,7% del mercado cárnico europeo y que está muy lejos de las 350.000 toneladas que reclamaba el Mercosur. En etanol, el ofrecimiento fue de 600.000 toneladas anuales, cuando el Mercosur pretendía que la apertura llegara a un millón de toneladas. La propuesta europea en estos dos mercados es peor que la que presentó en 2004.

“Hubo negociaciones técnicas, hubo avances, pero todavía quedan temas importantes. No hubo una oferta concreta de la contraparte europea sobre etanol y carne, que son los temas claves que vienen quedando pendientes, y el tema de la carne es fundamental para Uruguay”, señaló Bergamino. La semana pasada en Brasilia, el Mercosur expresó su “disposición a ofrecer contrapartidas” en caso de que la UE mejore su oferta en estos dos mercados, aunque no hubo propuestas concretas, explicó el vicecanciller uruguayo. “Se anunció eso; no pasó de un anuncio”, acotó.

A fines de noviembre habrá una nueva ronda de negociaciones en Bruselas, la última de cara a la fecha que ambos bloques fijaron para la firma del acuerdo: el 10 de diciembre, durante la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio. “Con esta directiva política expresa [la del vicepresidente de la Comisión Europea], se va a tratar de avanzar lo más posible con la idea de formalizar el acuerdo. El 10 de diciembre no es una fecha taxativa, pero se está trabajando intensamente para eso”, afirmó Bergamino.