Por falta de acuerdo interno, la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (CARIFA) redactó dos documentos sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, uno a favor y otro en contra. Los sectores de la fuerza política que se manifestaron de acuerdo con la firma del tratado son Asamblea Uruguay, Nuevo Espacio, Alianza Progresista y la Lista 1303; por el contrario, Casa Grande, el Partido Comunista del Uruguay (PCU) y el Partido por la Victoria del Pueblo están en desacuerdo. En tanto, dos sectores importantes en el Frente Amplio (FA), el Movimiento de Participación Popular (MPP) y el Partido Socialista (PS), aún no han tomado una definición de apoyo o rechazo. El diputado del MPP Daniel Caggiani aseguró a la diaria que su sector político todavía está estudiando el acuerdo: “No entendemos cuál es el apuro de que se discuta ahora, en virtud de que el tratado ni siquiera fue enviado por el Ejecutivo chileno para que sea puesto a consideración del Congreso chileno”. El representante admitió que “como en todos los ámbitos de la vida”, hay dirigentes que están a favor y otros que están en contra.

Por su parte, el diputado socialista Roberto Chiazzaro explicó a la diaria que el PS no se ha definido. “Se ha debatido internamente sobre el tema, pero no se ha asumido una posición. Veremos qué sucede más adelante”, dijo.

Los informes que salieron de la CARIFA aún no fueron discutidos en la Mesa Política del FA. José Bayardi, presidente de la comisión, dijo que los informes no se han elevado a la mesa porque el TLC no ha estado en el orden del día.

Mientras el PS y el MPP siguen estudiando el tratado, Casa Grande, sector liderado por Constanza Moreira, propone que el TLC con Chile y el Tratado de Cooperación de Patentes sean debatidos en el Plenario del FA. Para ello, esta semana van a pedirle a la mesa que convoque a ese órgano, y si esto no ocurre procederán a la recolección de firmas, como informó ayer El País.

Según el artículo 85 del estatuto del FA, el Plenario Nacional “podrá sesionar extraordinariamente por solicitud de 1/5 de sus integrantes o por resolución de la Mesa Política”.

Gonzalo Reboledo, secretario político del FA, sostuvo que la semana pasada la mesa había resuelto no tratar los informes de la CARIFA hasta que todos los sectores estuvieran de acuerdo, pero ahora la iniciativa de Casa Grande insta a la mesa a tomar alguna definición, al menos respecto de dónde debería ser tratado el tema.

Martín Briano, integrante de Casa Grande, dijo a la diaria que necesitarían alrededor de 35 firmas, y estimó que entre los integrantes de su sector y algunos representantes de las bases de Montevideo y del interior llegarán a esa cantidad. “Entendemos que el Plenario es el ámbito más amplio de participación. Estas temáticas, que atañen a la estrategia del país, se tienen que discutir en estas instancias”.

Chiazzaro explicó que, en lo personal, está de acuerdo con que el TLC sea discutido en el Plenario, aunque, de todas formas, dijo que el PS no se ha expresado sobre la propuesta de Casa Grande. “Yo soy un hombre de partido”, dijo cuando fue consultado sobre si firmará o no la solicitud.

Juan Castillo, secretario general del PCU, afirmó que su sector está a favor de que el tratado sea discutido en la máxima unidad permanente del FA, pero adelantó que no firmará.

En tanto, Alfredo Asti (Asamblea Uruguay) sostuvo que el debate debe ser dado “en profundidad” y con el asesoramiento de “los verdaderos actores”, es decir, del Poder Ejecutivo, porque “son temas complejos” y además “puede pasar que se tomen resoluciones más por consignas que por hechos concretos”. Sobre el TLC en particular, argumentó que favorecerá que el pasaje de mercadería entre los países sea más rápido, y recordó que ya existe un tratado sobre bienes con Chile. “En este caso hay una gran posibilidad en los servicios. Después de la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), el Mercosur, y en especial Uruguay, tienen oportunidades muy convenientes”.

El 16 de noviembre, en una entrevista realizada por el programa Quién es quién, de Diamante FM, Castillo sostuvo que los países que firman este tipo de tratado “no son tan libres y tienen muy poco de comercio”. “Cuando hay instituciones del gobierno impulsando un TLC con Chile es porque deben querer lo mejor para Uruguay. Pero cuando los contenidos someten al país a determinadas condiciones que pueden comprometer el desarrollo productivo y pueden poner en desventaja a algunas industrias del país, entonces queremos confrontar opiniones”, anunció.

Desde el Ejecutivo, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, dijo a fines de octubre que el gobierno considera necesario ratificar el acuerdo que fue firmado por los presidentes Tabaré Vázquez y Michelle Bachelet en octubre de 2016. Además de ser tratado en la CARIFA, el TLC está en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Senadores desde comienzos de este año. “Espero que se vote, porque sería una muy mala señal. No quiero presionar a nadie, pero sería una muy mala señal que un acuerdo hecho por los dos presidentes para profundizar nuestra relación comercial no tuviera una ratificación parlamentaria”, concluyó en aquella oportunidad.

En setiembre de 2015, el Plenario Nacional del FA ya le marcó la línea al Ejecutivo en una decisión sobre política internacional: por 117 votos contra 22, decidió definir “inconveniente” que Uruguay continúe en las negociaciones del Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés). Dos días después, Vázquez anunció el retiro de las negociaciones.