La Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo tendrá este año en Montevideo, al igual que el año pasado, a uno de los máximos referentes de la izquierda de Brasil a la cabeza de la movilización. En 2016 llegó a Uruguay la ex presidenta Dilma Rousseff, mientras que en esta ocasión lo hará el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien será orador del acto que dará apertura a la jornada.

Según se explica en el sitio oficial del encuentro, la jornada es un “espacio de confluencia de diferentes expresiones organizadas de todo el continente, que reúnen a mujeres, jóvenes, indígenas, campesinos, intelectuales, activistas por la diversidad sexual y sindicalistas, que caminan sobre una agenda común en defensa de la democracia, la soberanía y la integración de los pueblos”.

Como actividad previa a la jornada, este miércoles de tarde se llevará a cabo una reunión de organizaciones sindicales de la región, en la que se prevé eventualmente aprobar una declaración común. Luego habrá un encuentro de sindicatos con organizaciones y movimientos sociales en la que se discutirá sobre la “contraofensiva del imperialismo” y “la solidaridad con la lucha de nuestros pueblos en cada país”, además de evaluar la continuidad de la jornada continental en 2018.

El jueves habrá una marcha a partir de las 9.00 desde la Universidad de la República al Obelisco y a las 10.00 tendrá lugar un acto con la oratoria central de Lula. De tarde comenzará oficialmente la jornada, con dos paneles: “Seguimos en lucha: pueblos en movimiento” y “Seguimos en lucha: desafíos frente a la ola conservadora y a los ataques a la democracia”. El viernes se realizarán talleres temáticos sobre libre comercio, transnacionales, democracia y soberanía, e integración. El sábado habrá un plenario de cierre de la jornada.

Martín Drago, integrante de Redes - Amigos de la Tierra y uno de los organizadores de la jornada, explicó a la diaria que la actividad busca definir caminos para avanzar en organización, de modo de “confrontar el avance de la derecha en la región” e “intentar construir unidad de acción para frenar ese avance”, más allá de los matices y diferencias que hay dentro de la izquierda. “Pero por lo menos queremos caminar en conjunto”, señaló Drago. Agregó que los temas de discusión de la jornada coinciden, por un lado, con los “ejes de avance” de la derecha, entre ellos, el fortalecimiento de las empresas transnacionales de la mano de una arquitectura legal que las beneficia mediante los Tratados de Libre Comercio (TLC) y los acuerdos de promoción y protección de inversiones. Por otro lado, la idea es discutir cómo construir democracia, soberanía e integración regional en América Latina. La agenda ambiental y de los derechos de las mujeres será transversal a todos los ejes.

La coyuntura

La jornada llega en una coyuntura particular para Uruguay, en momentos en que las organizaciones sociales estudian el contrato de inversión que el gobierno uruguayo firmó con la empresa finlandesa UPM, y cuyo capítulo laboral contó con el visto bueno de otro de los organizadores de la jornada: el PIT-CNT. Milton Castellanos, del Instituto Cuesta Duarte de la central sindical y uno de los participantes en la negociación del capítulo laboral con UPM, dijo a la diaria que ahora “comienza un largo camino, con una inversión que va a significar 2% del PIB [Producto Interno Bruto]” y que va a implicar “un largo proceso de discusión y acuerdos”. Aclaró que el capítulo laboral no está cerrado y que la negociación concreta comenzará cuando empiece la construcción de la planta.

Por su parte, integrantes de Redes - Amigos de la Tierra consideran que lo otorgado a la pastera es “una locura”. Si bien todavía no hay un pronunciamiento oficial de la organización ambientalista, Drago dijo que consideran “un desastre seguir profundizando el modelo de extranjerización de la tierra al servicio de las transnacionales”. “Lo que se le está dando [a UPM] es una locura, es mucho más que lo que recibió antes. Y además, se está generando un precedente: después puede venir cualquiera a pedirte lo mismo”, advirtió.

Otro elemento de la coyuntura que no estará ausente en las deliberaciones es el eventual acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que la semana pasada, en Brasilia, recibió un nuevo impulso, al menos declarativo. Tras una nueva ronda de negociaciones, tanto los cancilleres del bloque como los representantes de la Comisión Europea aseguraron que se está “a un tris de firmar el acuerdo”, en palabras del vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen. “Esta será la penúltima ronda de negociaciones, y luego vamos a celebrar la firma en diciembre”, sentenció el canciller brasileño Aloysio Nunes. En un comunicado, la cancillería uruguaya se limitó a señalar que “ambos bloques reafirmaron su compromiso con la consecución de un tratado ambicioso, equilibrado e inclusivo”. Según la información que trascendió en la prensa regional, la Unión Europea no mejoró su propuesta en carne y etanol, oferta que el Mercosur considera insuficiente.