El encuentro continental por la democracia y contra el neoliberalismo concluyó su actividad en Montevideo el sábado, con la aprobación de una declaración final que expresa el compromiso de “seguir luchando por una transformación sistémica contra el capitalismo, el patriarcado, el colonialismo y el racismo”. En el encuentro participaron organizaciones sindicales de la región, entre ellas el PIT-CNT, de Uruguay, la Central de Trabajadores, de Argentina (CTA) y la Central Única de Trabajadores, de Brasil (CUT), así como movimientos sociales de todo el continente, entre ellos, la Marcha Mundial de las Mujeres, Vía Campesina y Redes - Amigos de la Tierra.

“El avance del capital sobre los pueblos y sus territorios nos muestra que capitalismo, racismo y patriarcado forman un modelo entrelazado de múltiples dominaciones”, sostiene la declaración final. Agrega que las empresas transnacionales y “las elites nacionales asociadas son las mayores beneficiarias del modelo de globalización neoliberal”. “La arquitectura de esta dominación se expresa en los Tratados de Libre Comercio (TLC) y de inversión de nueva y vieja generación cuyo garante es, entre otros, la Organización Mundial de Comercio (OMC)”, advierten las organizaciones en el documento. Convocan a movilizarse contra la reunión interministerial de la OMC que se realizará el 10 de diciembre en Buenos Aires, y respaldan la firma de un tratado internacional vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos, actualmente a estudio de Naciones Unidas.

La declaración final expresa que la arquitectura jurídica y financiera que sostiene el poder de las transnacionales erosiona la soberanía de los estados nacionales y debilita la democracia y el ejercicio de los derechos humanos. Asimismo, denuncia que “la derecha continental pretende avanzar en la precarización de las relaciones laborales y la eliminación de la negociación colectiva”, y alerta que las reformas brasileñas y argentinas, “así como la ofensiva de la patronal uruguaya contra la negociación colectiva en la OIT [Organización Internacional del Trabajo], son claros ejemplos de esa estrategia”.

El encuentro, que contó con la participación de diversas organizaciones feministas, también denunció los feminicidios, la criminalización del aborto y la violencia en general contra las mujeres y la población LGBTI, así como las “políticas xenofóbicas, racistas y de criminalización de los migrantes que se han instalado en el discurso político en Estados Unidos y la Unión Europea”, que “son peligrosamente imitadas por la derecha fascista de América Latina y el Caribe”. “A esto hay que sumarle el ataque a los derechos humanos, la criminalización de los movimientos populares, el asesinato y la desaparición de líderes y lideresas sociales. La impunidad del terrorismo de Estado de ayer se convierte en base fundante de la impunidad de hoy del gran capital”, agrega la declaración.

Denuncia también “los retrocesos que afectan el proceso de Mercosur y lo reorientan a la agenda del neoliberalismo”.

Finalmente, la declaración convoca a movilizaciones conjuntas en la región el 8 de marzo, el 1º de mayo, durante el Foro Mundial Alternativo del Agua que se realizará en Brasilia en marzo, contra la cumbre del G20 en Argentina en el segundo semestre de 2018 y contra la Cumbre de las Américas en Lima en junio de 2018, “como escenario en el que se pretende reinstalar la agenda de dominación neocolonial e imperialista en el continente”.