Sólo con los votos del Frente Amplio, la Cámara de Senadores aprobó ayer un proyecto de ley que establece una “prestación pecuniaria coactiva” a las jubilaciones y pensiones militares más altas. El Poder Ejecutivo impulsó esta medida con el objetivo de paliar el déficit del Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, que asciende aproximadamente a 480 millones de dólares anuales. La medida es complementaria a la reforma de la Caja Militar, que está a estudio del Parlamento y es transitoria: tendrá una duración de 18 meses. Afecta a 20% de las jubilaciones militares más altas, las superiores a 50.000 pesos, y lo recaudado será destinado a la Caja Militar.

Los senadores nacionalistas Javier García y Luis Alberto Heber acusaron al Frente Amplio (FA) de “revanchismo” contra los militares. “Este es un castigo a quienes sirvieron a la patria”, cuestionó Heber. Consideró que la dictadura militar fue un “exceso”, pero se preguntó “qué tiene que ver [eso] con hacer culpables a los militares de hoy de lo que pasó ayer”. “Nuestro partido no tiene ni odio de clase ni odio institucional”, sentenció. El senador frenteamplista Carlos Baráibar le contestó que no se trataba de revanchismo; recordó que él fue secretario del general Liber Seregni, que era un militar, y que el objetivo de esta medida es simplemente paliar un déficit crónico.

Heber afirmó que los militares están mejor considerados por la población que los políticos y opinó que el impuesto es una “injusticia” que el gobierno comete por “no haber administrado bien”.

García afirmó que hay sectores del gobierno que “estigmatizan” a las Fuerzas Armadas y cuestionó a la senadora frenteamplista Constanza Moreira por decir que hay legisladores de la oposición que están “presionados por las armas”, según manifestó García. “Sabe que no es verdad”, sentenció. “Yo no acuso a nadie, hago reflexiones sobre la capacidad disuasoria de las Fuerzas Armadas para que no restrinjan su presupuesto”, le contestó Moreira.

El senador colorado Pedro Bordaberry consideró que la medida es una rebaja de las jubilaciones y que, por lo tanto, es inconstitucional. En el mismo sentido se manifestó el senador suplente del Partido Independiente Conrado Ramos, que votó en contra del impuesto.

Los legisladores frenteamplistas hicieron hincapié en los beneficios jubilatorios que tienen los militares y que no tienen otros trabajadores. “Las jubilaciones del régimen militar no tienen tope. Podrán no gustarnos los topes, pero el resto del sistema sí los tiene. ¿Qué justifica que la Caja Militar no los tenga?”, escribió Moreira en su Twitter. Recordó que la edad promedio de retiro por el Banco de Previsión Social es de 63 años, mientras que entre los militares la edad de retiro voluntario es de 48 y la edad promedio de retiro obligatorio es de 51. “Hay razones económicas y de justicia”, concluyó la senadora del FA.

Moreira sostuvo que “eliminar privilegios trae costos políticos y electorales”. “Alguien tiene que pagarlos y es claro que la oposición no quiere hacerlo. La oposición refiere a reducir el costo del Estado, pero cuando llegan propuestas que refieren a las Fuerzas Armadas, sólo hablan de aumentar el gasto público”, cuestionó.