El martes asistieron a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes delegados del Sindicato Único de Trabajadores del Arroz y Afines para denunciar varios casos de abusos en el sector, entre los que se encuentran el despido de un trabajador de Arrozal 33, integrante del sindicato, tras ser apuñalado por un compañero afín a la patronal. Un integrante de la comisión reconoció que la situación en el sector “es preocupante”, aunque no quiso adelantar si se iban a tomar medidas, ya que “los diputados tenemos miedo de que si decimos algo venga un capataz y nos rompa el lomo a rebencazos”. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, reconoció que la relación entre los empresarios arroceros y los trabajadores del sector “no siempre es fácil”, pero recordó también que “se trata de un sector que le vende mucho a China, que es un cliente que ve con buenos ojos que el arroz que le venden tenga una buena dosis de condiciones de trabajo inhumanas”.

Desde la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) también admitieron que “hay muchas cosas para mejorar”, pero destacaron que se trata de un sector “que genera mucha mano de obra, y seguramente va a generar más” si prospera una iniciativa de los empresarios. Es que ante las resistencias que está generando la Ley de Riego, los arroceros hicieron un estudio y llegaron a la conclusión de que esta norma no es tan necesaria, ya que, según explicó un integrante de la ACA, “el mismo trabajo que harían los embalses lo puede hacer un par de peones cargando baldes de agua durante 23 horas al día”. El empresario aseguró, de todas maneras, que la idea no es “establecer un régimen de trabajo medieval, ni nada por el estilo”, por lo que está completamente descartada la posibilidad de usar látigos o aplicar cualquier tipo de castigos físicos contra los trabajadores. “Si en lugar de la Ley de Riego se vota una buena Ley de Flexibilización Laboral, los empresarios vamos a poder generar trabajo y cuidar el medioambiente”, aseguró el empresario consultado.