El Primer Torneo Nacional de Bebida se iba a hacer en Montevido el 2 de diciembre, en el Garito Bar, con la organización de Ronic Jhon y El Botón Rojo. El torneo alentaba a que se inscribieran hasta 20 equipos conformados por cuatro amigos. Ganaría el equipo que tuviera más resistencia para ingerir 24 litros de cerveza, cuatro de caipiriña, uno de tequila, dos de whisky y dos de grapa. El premio: 52.000 pesos, y los equipos que obtuvieran el primer y el segundo puesto podrían participar en una segunda competencia por un premio de 120.000 pesos. Sólo podrían participar mayores de 18 años, y tras pagar una inscripción de 3.000 pesos. La convocatoria detallaba las condiciones del torneo y preveía que si alguien se sentía mal, no pudiera continuar. “Demostrá tu resistencia, fortaleza y tu cultura alcohólica”, invitaba.

El torneo fue difundido públicamente ayer por El Observador, que tituló la nota “Boliche organiza competencia ‘suicida’ de resistencia al alcohol”. Causó revuelo, y por eso ayer de tardecita el Ministerio de Salud Pública (MSP) citó a los organizadores de la competencia y a los encargados del boliche, aunque de mañana Garito Bar ya había descartado continuar con la actividad. El ministro Jorge Basso, junto con el prosecretario de Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, se reunieron con los responsables del boliche, mientras que una abogada del MSP recibió a los organizadores, Adrián Esquivel –El Botón Rojo– y Jhonatan Lema –Ronic Jhon–.

Al salir de la reunión, los responsables de Garito Bar reafirmaron que ya habían desistido del evento. Alegaron que habían aceptado la propuesta en el entendido de que era un proyecto del primer mundo –los organizadores afirman que estos torneos se hacen en Rusia, Alemania y Bulgaria–, que incluía el cuidado de las personas y reglas prolijas. Las repercusiones en cuanto se divulgó les hicieron ver que “esto era horrible”, dijeron, y que era mejor no involucrarse.

“La gente quiere eventos de este tipo”, expresó Esquivel poco antes de entrar a la reunión; agregó que, si bien todavía no habían pagado la inscripción, se habían anotado 12 equipos, con personas de 18 hasta 48 años, y que más de la mitad eran mujeres. Al salir del encuentro, transmitieron que habían recibido “mucha presión”, pero que todavía no habían cancelado el evento, y que había otros dos boliches que ayer se habían propuesto para hacerlo; agregaron que también habían recibido propuestas para hacerlo de manera privada, pero que ellos las rechazaron. “En ningún momento quisimos poner en tela de juicio la salud ni el bienestar de las personas que fueran a participar. Lo que estamos buscando es hacer una competencia de amigos entre amigos. Previmos siempre el cuidado colectivo de los integrantes o de los líderes de los equipos”, expresó Lema, y remarcó que quien se sintiera mal no podría continuar y que habían coordinado la presencia de un médico y de ambulancias. “Es una pena que se prive de ciertas libertades a las personas”, acotó Esquivel. Rechazaron “el circo” que se hizo a partir de la difusión mediática y aseguraron que en fiestas de graduación también se hace este tipo de competencia. Agregaron que la ley, tal como está hoy, no lo prohíbe.

“Este tipo de actividad atenta contra la salud de quien participe directamente, porque se trata de estimular e incentivar el consumo de alcohol en cantidades muy importantes. Si fuese necesario, el ministerio está dispuesto a tomar las acciones legales correspondientes para el cese de la actividad por medio de una acción de amparo”, declaró Basso al salir de la reunión. Insistió en que el país cuenta con “un marco legal en aras de la protección de la salud pública” y que se iniciarán las acciones ante la Justicia.

El ministro calificó de “muy positiva” la reunión con los representantes del boliche. Comentó que se comprometieron “a seguir trabajando juntos en el tema del consumo responsable de alcohol, porque en ningún momento el gobierno está planteando una ley seca ni prohibir el consumo de alcohol”, y que “los locales que viven todo el año de esta actividad son los principales interesados en que se realice de la mejor manera”.

Al salir de la reunión, los referentes de Garito transmitieron que le habían pedido al MSP que consulte más a los bolicheros, porque “las cosas ocurren y ellos no se enteran”; comentaron que hay matinés en las que se toma alcohol. Consultado por la prensa, Basso respondió que el proyecto de ley de Regulación del Consumo de Alcohol que discute el Parlamento “va a potenciar la tarea de fiscalizadores del Estado”, además de prohibir este tipo de competencias. “No estamos contra el consumo de alcohol, estamos actuando sobre este tipo de actividades que generan serios riesgos a la salud, porque se trata de un consumo problemático que puede poner en riesgo la vida de las personas”, subrayó Basso.