“No sabemos qué más hacer: ya hicimos paro, ya ocupamos las empresas, el Ministerio de Industria [Energía y Minería], ya nos encadenamos frente a la Embajada de Brasil, y nada”, respondió el presidente de la Unión Autónoma de Obreros y Empleados de la Compañía del Gas (Uaoegas), Martín Guerra, a la diaria, consultado por la huelga de hambre que comenzará hoy, junto con otros dos compañeros de la comisión directiva, en defensa del servicio público de gas natural.

Durante dos días, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) medió entre la empresa Petrobras y el sindicato del gas, pero el viernes, ambas partes anunciaron el fracaso del ámbito de negociación en la Dirección Nacional de Trabajo.

El sindicato buscaba que la firma brasileña modificara la reestructura que tiene planificada y que implica enviar al seguro de paro a 55 trabajadores, casi 30% de su plantilla, conformada por 190 empleados. Ante esto, el MTSS propuso, por un lado, a los trabajadores, posponer el ajuste salarial acordado en el Consejo de Salarios hasta el 30 de junio de 2018, para evaluar en ese ámbito su aplicación, y, por otro lado, a la empresa, suspender los seguros de paro y toda otra medida hasta esa fecha, también para evaluar la situación en ese momento. Para mediados del año que viene, el gobierno tendría una decisión tomada respecto de la construcción de la planta regasificadora –“el eje del conflicto”, según Guerra–, después de que Shell presente su propuesta, como máximo, los primeros días de enero.

Los trabajadores aceptaron la propuesta, pero Petrobras, que dijo que la planta regasificadora perjudicaría su rentabilidad al punto de quiebra, la declinó, sosteniendo que la propuesta de posponer el ajuste salarial era “una ayuda financiera, pero no económica”, además de ser insuficiente. Ambas partes presentaron alternativas, pero no se llegó a un acuerdo.

Reunida en asamblea general el viernes, la Uaoegas anunció la realización de una huelga de hambre –“porque es la única que nos queda”, dijo Guerra– y ayer los trabajadores especificaron que se instalarán en una casa rodante a partir de las 11.00 en la plaza Independencia, frente a las oficinas de MontevideoGas. Anunciaron que en paralelo, a la misma hora, la bancada de diputados del Frente Amplio recibirá a una delegación del gremio para conversar sobre una posible salida.

Guerra dijo que la reestructura propuesta por la concesionaria de MontevideoGas implica, además del envío a seguro de paro de los 55 trabajadores, “eliminar parcialmente la prestación directa de la atención telefónica de emergencia, reducir la guardia de apoyo a las cuadrillas de emergencia y eliminar el personal ‘buscafugas’, trasladar el personal de un sector a otro discrecionalmente –habilitando la eliminación indirecta de sectores– y no cubrir los puestos de trabajo de quienes, estando próximos a jubilarse, son incentivados a retirarse”, lo que, junto a los seguros de paro, afectaría a casi 40% del personal actual.

Pero no miran sólo para adentro: estas faltas de personal, estiman, afectarían directamente la calidad del servicio brindado a los usuarios, que se han reducido de 45.000 a 39.000 en los últimos 20 años, desde que Petrobras firmó la concesión con el Estado uruguayo. “Llegamos a esta situación por la intransigencia de la empresa; además de un deterioro de la situación laboral para 190 trabajadores, supone el resentimiento del servicio público, que, nos consta, es de conocimiento de los usuarios”, afirmó Guerra. Aseguró que tareas como “la inspección de cañerías internas” –obligatorias por decreto desde hace dos años– “nunca se hicieron ni se están haciendo”.

Según el presidente del sindicato, los objetivos de la empresa responden “exclusivamente al afán de lucro”, con una actitud que denota “querer llevarse por delante el país y el contrato de concesión que tienen firmado y están incumpliendo”. “No les interesa brindar un buen servicio, ni siquiera estar al frente de esto, sólo quieren exprimir y llevarse el dinero”, concluyó. A algunos de los afectados por los seguros de paro que el MTSS intentó dejar en suspenso ya les comenzaron a llegar, ayer, los telegramas notificatorios.