El cantante y baterista británico Phil Collins anunció en 2011 que se retiraba de los escenarios debido a problemas de salud y a su intención de pasar más tiempo con su familia, pero en 2013 dijo que estaba considerando la posibilidad de regresar, en 2015 confirmó que lo haría, hace unos meses volvió a tocar en Europa con gran éxito, y a comienzos del año que viene se embarcará en una gira latinoamericana que lo traerá por primera vez a Uruguay, con un recital en el estadio Centenario el 17 de marzo.
Collins parece interesado en recuperar su influencia en la música, a juzgar por el título de la autobiografía que publicó, Not Dead Yet (“todavía no estoy muerto”), su regreso a los escenarios, la reedición de todos sus trabajos de estudio y el lanzamiento de The Singles, una recopilación con todos sus sencillos publicados en más de 30 años de carrera solista.
El músico se mostró muy hábil con su instrumento en los discos de la etapa “progresiva” de la banda Genesis, que implicaba importantes exigencias técnicas, pero se podría decir que su aporte más influyente surgió con “Intruder”, que abre Peter Gabriel (1980), el tercer álbum solista de su ex compañero en aquel grupo (a quien, en ese momento, había suplantado como vocalista). Aquella canción marcó el nacimiento de la gated reverb – reverberación cerrada–, un sonido de batería que reinó en la música durante los 80 y fue utilizado hasta el hartazgo. Al igual que otros efectos muy utilizados, nació por accidente. El botón de talk-back del ingeniero de sonido –que sirve para comunicarse con los músicos que están grabando– quedó activado mientras Collins tocaba, y el sonido que resultó a partir de la compresión sedujo a los técnicos y a los músicos a tal punto que Gabriel compuso la canción sobre esa base.
Un año más tarde, Collins volvió a utilizar ese sonido en “In the Air Tonight” –de Face Value, su primer disco solista–, que rápidamente se convirtió en su canción más conocida. Ese hit marcó el inicio del enorme éxito comercial que lo acompañó durante los años 80 y 90, gracias a canciones como “Against All Odds (Take a Look at Me Now )” –1984–, “One More Night”, “Sussudio” –ambas de 1985–, “Another Day in Paradise” –1989–, y que lo convirtió en uno de los artistas con más discos vendidos de la historia –150 millones en todo el mundo–, mientras que gran parte de los críticos lo denigraba por su vuelco al pop.
En el espectáculo del Centenario, Collins promete repasar sus éxitos y demostrar que su música se mantiene viva. Las entradas se podrán adquirir mediante la Red UTS a partir del 13 de diciembre, pero antes, desde este jueves 30, habrá una preventa exclusiva para clientes de Banco Santander.